Septiembre es el mes de los huracanes, pero algo más está pasando con el planeta

Huracán Florence desde el espacio/Tomada de National Geographic España

Florence en Estados Unidos y Helen en Europa, estos son los huracanes que han prendido las alarmas recientemente. Aunque es natural el aumento de huracanes en el mes de septiembre, que sean tantos en el de 2018 genera varios interrogantes.

Climatológicamente más del 90% de los huracanes se producen después del 1 de agosto, según National Geographic España, lo que convierte a septiembre en el mes de los huracanes. La temporada ciclónica, que comenzó el 1 de junio y terminará el 30 de noviembre, trajo consigo huracanes que serán noticias por los desastres que causarán.

Florence, de categoría 4 y que impactará en las costas del Este de EE.UU. es uno de los huracanes de esta temporada, pero le acompañan cinco más en el océano Atlántico, incluyendo a Helen que tiene dirección a Europa. Mientras tanto, Filipinas se prepara para el impacto del tifón de categoría 5, Mangkhut, que traerá viendos de 200 km/h en el Pacífico.

Ojo del huracán Florence desde el espacio/Tomada de National Geographic España

Las preguntas surgen después de que tras la inactividad, aparecieran hasta nueve ciclones.

Los ciclones en el Atlántico, conocidos como huracanes, se originan en África y los más intensos, en América. Los cercanos a África se dan por las ondas tropicales o confluencia de los vientos seco y cálido del Sahara con el frío y húmedo del Golfo de Guinea, lo que crea tormentas que se alimentan al desplazarse hacia aguas más cálidas donde aumenta la evaporación y se forman nubes.

Como el Atlántico tropical estuvo más frío de lo común, solo después de que las aguas empezaron a calentarse, se crearon los grandes huracanes que hoy dan la vuelta a los medios de comunicación.

Es probable que con el cambio climático que hoy sufre el planeta, aumenten los huracanes en los próximos años, pues las temperaturas del agua seguirán también en aumento. Cabe resaltar que es su capacidad de impacto lo que podría aumentar, no su frecuencia.