La Rama judicial es hoy en Colombia, el principal motivo de la grave situación que vive el país en cuanto a confianza, esperanza y apoyo a las instituciones.

No hay día en el que no se presenten hechos provenientes de esa rama que no desaten una marea de descontento, comentarios negativos, risas en algunos casos, desconcierto y otras pero en todo caso, siempre negativas y opuestas al concepto de justicia que concibe el pueblo, en donde el que la hace la paga y el delincuente no debe estar libre ni ocupando cargos de importancia dentro del congreso sino recluido en una cárcel purgando por sus delitos, muchos de ellos atroces.

Con el caso del señor Santrich el novelón es además de vergonzoso, estúpido y es que no es concebible en una mente normal, no necesariamente brillante, que se ordene su liberación para permitirle el escape a sitios en donde el brazo débil y muy corto de nuestra justicia no lo alcance y, a renglón seguido ordenen su llamado a indagatoria sin orden de captura. En este caso es mejor reír que llorar sobre la leche derramada.

En una película policiaca este hecho se puede catalogar como una estrategia para que el liberado acuda a donde sus compinches y con mecanismos de seguimiento localizarlos a todos y proceder con sus capturas, claro está que eso es película y aquí no tenemos ni la astucia ni la rama judicial el deseo cierto de que eso se dé.

Es tan obvia la pretensión de dejar impune al seudociego, que este una vez libre se dirigió a la frontera con el país refugio, para que en cualquier momento que desee pasar a territorio extranjero y a su vez santuario de narcoterroristas y es que a na ser que le hayan inoculado un GPS el narcotraficante y otrora terrorista no pisará de nuevo un calabozo en Colombia. En donde está la bolita será el jueguito de engaño que mantendrán el fugado y sus ¿jueces?

Cuando hay que explicar los fallos el asunto es grave y eso sucedió en esta semana cuando la presidente del consejo de estado sale a diferenciar lo que sucedió con respecto a las curules de la Merlano y la del seudociego y es que el sesgo es de tal magnitud que para una es causal de pérdida de investidura mientras que para el otro no. Ambos son delincuentes comprobados, la primera por la compra de votos y el otro por el tráfico de estupefacientes después del 1 de diciembre de 2016 y lo mismo sucede con alias iván márquez, pero para esos ¿jueces?, hay diferencias suficientes para conservarles el fuero y permitirles el juzgamiento por sus pares de la “CSJ”, cuya parcialidad es comprobada o de cuya objetividad hay demasiadas dudas por aquello del cartel de la toga que aún persiste en su existencia.

Ese cartel no solo está hasta los tuétanos en la CSJ, pues ha extendido sus humores de podredumbre al resto de esos altos organismos de justicia y qué decir de la JEP que nació deforme y con males congénitos. Una aclaración esos tuétanos no tienen vacuna como alguna vez la promovió el espurio.

Esto que describo incide sustancialmente en la confianza e incrementa el nivel de incertidumbre, de ahí viene la casi parálisis de los mercados de bienes raíces, el aplazamiento de inversiones, el incremento del desempleo que a su vez está presionado por el ingreso masivo de venezolanos que trabajan informalmente que no se dejan contar, el ambiente negativo para el crecimiento económico y la inversión extranjera que mira con cautela el devenir de estas circunstancias extrañas de una justicia selectiva e injusta.

El daño causado por el acuerdo de impunidad implantado en contra de la voluntad popular; hecho que debemos reiterar, resaltar y martillar sobre él en toda oportunidad; es inmensurable y el desarrollo posterior de ese golpe a la democracia es la peor pesadilla que podremos afrontar en estos tiempos.

En buena hora el respaldo del Consejo Gremial Nacional al Presidente, las expectativas del crecimiento económico del Banco Mundial para nuestro país, las actuaciones reales y sin tanto ruido del equipo de gobierno son todas positivas aunque el cacareo sea ínfimo y eso lo ven los analistas externos sin necesidad del bombo acostumbrado por los casi extintos usuarios de la mermelada corruptora.

Postre: Bienvenido el General de 4 soles Nicacio Martínez y un rechazo al posible nombramiento como embajador en Australia al general (5/07/2019) Alberto José Mejía Ferrero, quien tiene responsabilidad de gran parte de la inseguridad generalizada que vivimos. Acabó con la moral combativa del ejército y no sabemos el precio de ese hecho.

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Redacción Minuto30

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