Resumen: La fuerte lluvia en Bogotá el 6 de noviembre causó una emergencia educativa, con más de 1.500 personas evacuadas de seis instituciones. El gobierno trabaja en la respuesta y evaluación de los daños.
La Secretaría de Educación de Bogotá inició acciones de atención y monitoreo por las fuertes lluvias que azotaron a Bogotá durante la noche del 6 de noviembre, lo que provocó una emergencia sin precedentes en el sistema educativo de la ciudad.
Un total de 1.546 personas, entre estudiantes, docentes y personal administrativo, tuvieron que ser evacuadas de seis instituciones educativas, siete rutas escolares y la Universidad de Ciencias Aplicadas (UDCA).
En dos colegios privados, la situación fue aún más compleja, ya que tanto estudiantes como personal docente y administrativo tuvieron que permanecer en las instalaciones durante toda la noche a la espera de condiciones seguras para su evacuación.
Afortunadamente, todos los estudiantes fueron trasladados a un lugar seguro sin reportar incidentes.
La Secretaría de Educación de Bogotá, liderada por Isabel Segovia Ospina, ha activado un plan de atención y respuesta para garantizar la seguridad de los estudiantes y el personal educativo.
En conjunto con la Secretaría de Movilidad, se está trabajando para restablecer la movilidad en las rutas escolares afectadas por las inundaciones.
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Asimismo, se ha iniciado un proceso de evaluación de la infraestructura de los colegios ubicados en zonas con precipitaciones atípicas, con el objetivo de identificar posibles daños y riesgos.
El Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER) se mantiene en alerta y trabaja de manera coordinada con la Secretaría de Educación para tomar medidas preventivas y responder ante cualquier eventualidad.