En este país pasan cosas muy extrañas y dentro de ellas se pueden mencionar, sin temor a faltar a la verdad, lo que sucede alrededor del peor presidente que hemos tenido en mucho tiempo.

Francisco Javier Saldarriaga

Ante el paro de los maestros, posiblemente muy mal pagados y por ende con demasiados resentimientos por una sociedad que no los valora, resentimientos que les trasmiten a sus alumnos, generando así una cadena de ofendidos, el señor Santos decide utilizar a los niños como escudo para pedir, después del conejo que les hizo al incumplirles lo prometido cuando compró las elecciones para su reelección, el levantamiento del paro provocado por él mismo.

Hay un hueco fiscal que anunció el señor Cárdenas y el primer mandatario ofrece lo que sabe que no podrá pagar a los maestros para acallarlos e impedir que sigan ventilando esos trapos sucios de la reelección. No puede con San Pedro y ahora quiere cargar a San Juan. Los maestros no se dejarán operar dos veces de lo mismo.

En la misma semana se conoce el rescate de unos niños reclutados, secuestrados mejor por sus amiguitos de la Habana, que sufren de enfermedades de trasmisión sexual adquiridas, claro está, durante su permanencia en las garras de estos desalmados, y para esto no hay un pronunciamiento por parte del mandatario rechazado por la gran mayoría de colombianos. Ante estas verdades prefiere pasar de agache.

Los niños secuestrados por las Farc no son importantes para él. La selectividad es muy frecuente en personas que bailan al son que les convenga; liberar a todos los menores secuestrados por estos atarbanes y criminales, es una condición ineludible que debiese estar en esas tertulias sin posibilidades de negociación. Se cumple y se sigue conversando de lo contrario se suspenden No es convenciendo, es exigiendo como se deben manejar estos crímenes de lesa humanidad que aún continúan perpetrando.

Después llega el congreso y le entrega al personaje con mayor rechazo dentro de la opinión nacional, facultades para legislar en materia agropecuaria. Es poner al ratón a cuidad el queso. Que brutalidad ostensible y descarada la de estos lame c…….. Esto dentro de un plan de desarrollo lleno de incongruencias monumentales. Todo dentro del marco que, poco a poco, van creando los socialistas del siglo XXI, para convertir a Colombia en una nación limosnera como lo es Cuba y como está llegando Venezuela. El ser humano, ante la pobreza, se vende y mendiga. Ese es el paraíso que nos entregarán, si dejamos que este señor siga con esas manías enfermizas.

Un presidente que no pueda salir o asomarse a la ventana porque lo chiflan, es un perjuicio para la nación. Llegar a esos niveles de impopularidad es nefasto para el país, si tuviese la honestidad para reconocer el daño que hace, daría un paso al costado y dejaría que el pueblo decidiera sobre esto. No es, ni siquiera, dejando en manos del vicepresidente como se debe solucionar esta crisis institucional propiciada por sus acciones.

Lo mejor es que él y todo su equipo de gobierno se hagan a un lado y se busque una transición que no involucre a ninguno de sus áulicos. Borrón y cuenta nueva pero sin posibilidades de repetir individuos. Todos los enmermelados deben retirarse de la vida pública por siempre y prometer que nunca volverán a acercarse a nada diferente a disfrutar de lo conseguido con su paso por este período macabro de la corrupción generalizada. Es buen negocio para Colombia dejarlos disfrutar de esas riquezas mal habidas con tal de que no sigan en esas trapisondas.

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Redacción Minuto30

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