En algo los Colombianos nos debemos poner de acuerdo y es en materia económica.
Crear en nuestro país un modelo económico sostenible capaz generar la estructura que requerimos para catapultar a Colombia hacia el desarrollo, tiene que ser nuestro gran objetivo a corto plazo.

Esa meta y esa visión de futuro en la que debe enfocarse el país para dejar atrás el subdesarrollo y todo lo que eso implica a nivel socioeconómico, debe ser una constante perseverante en el tiempo basada en la productividad, el emprendimiento y el desarrollo de proyectos con demanda nacional e internacional que impliquen innovación, tecnología e investigación y desarrollo (I+D), para que podamos ser altamente competitivos a nivel global.

Si al país le va bien, a todos nos va bien y si la temática a seguir, es hacer empresa local o multinacional generadora de riqueza, con empleo digno y bien remunerado, rápidamente la brecha de la inequidad irá desapareciendo y el nivel de vida de nuestra población mejorara gradualmente. Esa formula a todos nos gusta y a nadie perjudica.

Todos queremos crecer, evolucionar, progresar y esa política económica es la que finalmente a todos nos debería unir en procura de un bienestar colectivo que solo es posible si se genera riqueza.

El panorama económico para Colombia que dejo el gobierno de Juan Manuel Santos, tiene unos indicadores muy lamentables.

Devaluación del 70%, crecimiento de la economía de menos del 2,8%, una bonanza petrolera completamente dilapidada y sin obras representativas cuyo dinero ya no existe y nunca se supo donde estuvo. Un crecimiento de la deuda externa sin precedentes que ya supera los 120.000 millones de dólares cercana al 50% del PIB, sin explotación petrolera representativa, un problema de narcotráfico y de cultivo de Coca muy complejo, una industria agropecuaria en cuidados intensivos y un déficit importante en la balanza comercial reflejo de la incapacidad de ser competitivos en el exterior.

Ademas los indicadores de la producción Industrial según la ANDI son muy lamentables y siguen en franco deterioro. Los indicadores del contrabando, hoy producto del lavado de activos del narcotráfico, junto con las importaciones de china, tienen al sector de confecciones en la quiebra, entre otros. El empresariado sigue asfixiado por los impuestos cercanos al 70%, sin incentivos y con muchos otros indicadores alarmantes como el de la construcción.

Ante este panorama desalentador es preciso visualizar las grandes potencialidades que tiene el país, las cuales han sido históricamente ignoradas y podrían hacer de Colombia un país enormemente rico y con fuentes inagotables de recursos.

En el turismo y el ecoturismo en un país donde cada región tiene un panorama natural extraordinario y diferente, está una de las grandes claves para potenciar nuestra economía. En países como España el Turismo representa el 4,2 de PIB y el 13% del empleo, permitiéndole sobrellevar con creces, la impresionante recesión que ha tenido.

Sin ir muy lejos en Costa Rica el turismo representa el 5,3% del PIB y genera mas de 150.000 empleos con solo cinco millones de habitantes. En Colombia el turismo aporta el 6,1% al PIB pero tiene una potencialidad inmensa con una biodiversidad única en el mundo, que fácilmente nos puede permitir llegar a un 12% del PIB, como sucede en Francia y Estados Unidos que son los países de mayor destino turístico del mundo. Si se llegara a esos porcentajes del 12%, la diferencia del 6% con relación al actual comportamiento seria tres veces lo que aporta el sector minero que únicamente genera el 2,1% del PIB.

Próxima a cumplir 500 años en el 2.025, Santa Marta como capital del departamento Magdalena con su estratégica situación geográfica y su grandioso entorno de exuberante biodiversidad, tiene todas las características necesarias para convertirse en el gran polo de desarrollo del norte del país.

Concluye en Santa Marta la ruta del sol y el proyecto de la red ferroviaria de carga que desde la Dorada esta diseñada para transportar, acopiar y finalmente exportar a través de su puerto, la producción del centro y norte del país.

En el sector agropecuario tan olvidado y maltratado, está otras de las grandes claves para nuestro crecimiento y desarrollo. Específicamente con la producción orgánica agropecuaria para exportación, se tiene el gran valor agregado diferencial que necesitan los productos de este sector para que sean rentables, permitiendo que el campo sea nuevamente un buen negocio y una gran alternativa económica de desarrollo. La producción orgánica permite fácilmente un valor extra en el precio de venta del 35% y su demanda a nivel global es creciente y constante.

Aprovechar la ubicación geográfica inigualable del puerto de Santa Marta y su cercanía con los mercados de Europa y Estados Unidos es de gran valía estratégica para la producción agropecuaria exportable del centro y norte del país y Santa Marta en su vía alterna al puerto, tiene la capacidad para desarrollar grandes proyectos industriales de transformación y acopio de nuestros productos, con miras a conquistar los mercados mundiales.

La ubicación de empresas con esta visión de futuro en esta región del departamento del Magdalena, sin duda serian grandes generadores de empleo y transformadores de indicadores económicos y sociales muy importantes.

Ya se están desarrollando proyectos ecoturísticos extraordinarios en la Sierra Nevada de Santa Marta con porcentajes de ocupación muy altos y de gran ejemplo para la industria turística Colombiana. De la misma forma el empresariado Industrial Samario con perfil bajo y altos estándares de eficacia y eficiencia, está ya ubicado en el rango de las empresas mas importantes del país, dando ejemplo extraordinario de generación de empleo, con el desarrollo industrial de proyectos agropecuarios para el aceite de palma, producción bananera, frutas, cacao entre otros, que hoy conquistan el mundo de forma exitosa.

Si algo tiene valor histórico y arquitectónico es el centro de Santa Marta. Trabajar en procura de su conservación y restauración es una necesidad sentida a la que se le debe dar gran importancia para que sea en un corto plazo un gran referente mundial.

La consolidación de una estructura eficiente y de calidad para los servicios públicos, es el gran reto de la región, entre otras cosas para cuidar su mar y sus ríos de la contaminación que hoy los amenaza.

Un sistema integral de alcantarillado con plantas de tratamiento de aguas negras, junto con la creación de un gran proyecto desalinizador de agua aprovechando el desarrollo tecnológico mundial, tiene que ocupar un lugar de importancia preponderante en su agenda para dar viabilidad y dimensión a su inmenso potencial económico. El mar que abraza la Sierra Nevada de Santa Marta con sus bahías es su gran tesoro inexplorado.

Me declaro un enamorado de Santa Marta, de su maravillosa gente, de su excepcional biodiversidad, de su clima seco, de su mar único, de sus bahías, de su majestuosa Sierra Nevada, pero sobre todo de su inmenso potencial de desarrollo.

Santa Marta lo tiene todo para ser una region muy prospera. Gran reto y responsabilidad tienen sus dirigentes, sus empresarios, su gente, el gobierno central y el país con esta maravillosa región de Colombia.

@PoliticaPuntual

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Redacción Minuto30

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