Colombia es un país resiliente, ha combatido grupos guerrilleros, paramilitares, narcoterroristas; soportado pandemias, inviernos, veranos, malos gobiernos, microtráfico, violencia y una izquierda sin moral; sesgada, obsesionada por obtener poder; cuando lo tienen priman la arrogancia y vanidad; esto no le permite observar las normas; en consecuencia, han desestabilizado la administración. Petro fue un claro ejemplo.

Si recordamos la década del 90 en varios sitios de Colombia nos arrebataban la democracia los grupos guerrilleros FARC, ELN impidiendo en muchos municipios que se eligieran normalmente los alcaldes, incluso muchos ganaron elecciones solo con 10 ó 15 votos, los ciudadanos sufragaban al escondido, en muchos lugares no había presencia policial, la autoridad era ejercida por estos grupos al margen de la ley; teníamos tomas guerrilleras permanentes que duraban días, no se podía transitar libremente por temor a las pescas milagrosas, secuestros, asesinatos, violaciones de menores y el ejemplo más frustrante era el cierre de la principal vía del país, la autopista Medellín-Bogotá.

En el año 2002 al ganar Álvaro Uribe la presidencia, los grupos guerrilleros y paramilitares tuvieron el revés mas grande de la historia; con autoridad, mano firme y corazón grande se combatieron, diezmaron y a muchos se garantizó justicia con la desmovilización. Se retomó la autoridad, se ejerció soberanía, se devolvió la credibilidad y confianza en las instituciones; ese actuar viabilizó a Colombia y hoy lamentablemente es la cruz del presidente URIBE, es por esa razón que lo atacan, injurian y calumnian, le construyen procesos jurídicos basados en supuestos, con argumentos inconsistentes y falsos testigos, protegiendo a los bandidos que persiguió, otorgando garantías y prebendas a condenados con el fin de soportar de alguna manera la persecución política y judicial de la que ha sido víctima.

Nuestra responsabilidad como ciudadanos es defender la democracia, está en nuestras manos defender la libertad, insistir en la verdad, no permitir que falsos demócratas que han empuñado armas, incineraron magistrados, asesinaron inocentes y con una estrategia embaucadora manipulan incautos con promesas bonitas, inviables y sumamente peligrosas, afirmando falsedades como que Colombia “no es una democracia” sin sonrojarse. A ellos les pregunto ¿Han comparado las garantías que tienen para realizar su ejercicio de oposición, frente al que tienen quienes desarrollan el mismo ejercicio en países como Cuba o Venezuela? ¿Sera que en Colombia ocurre lo mismo que en Nicaragua donde quien se atrevió a aspirar a la presidencia en oposición al sandinismo fue encarcelado?

Las dictaduras de los progresistas de América Latina han fracasado para los ciudadanos y han sido un éxito para los dictadores Castro, Maduro y Ortega que acaparan todo el dinero, lo esconden en el exterior y su pueblo con la inequidad más grande, con deficientes condiciones sociales; recordemos cifras como el salario mínimo de Colombia $908.526, de Nicaragua $785.000, Cuba $339.000 y Venezuela $14.500. La inflación en Colombia está por el orden del 4.58% anual, en Nicaragua 4.15%, en Cuba 60% y en Venezuela más del 1000%.

Hoy la obligación de todos los colombianos es defender la democracia, la libertad, y la verdad. OJO CON EL 22 es un momento histórico porque en este año pueden estar en juego lo más sagrado que tenemos. Recordemos lo dicho por un hombre que ha dedicado su vida a defender la democracia colombiana, Álvaro Uribe Vélez “No dejemos perder la democracia que es muy difícil que vuelva”.

La democracia está en juego, #PorAmorAAntioquia no permitamos que nos la arrebaten.

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Redacción Minuto30

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