Restitución de tierras. EFE/LEONARDO MUÑOZ

Restitución de tierras. EFE/LEONARDO MUÑOZ

El proceso de restitución de tierras a personas despojadas por el conflicto armado colombiano es un «ejemplo a seguir» para otros países, afirmó hoy el profesor canadiense Jon Unruh en el Congreso Internacional de Experiencias en Restitución de Tierras que se celebra en Cartagena de Indias.

Unruh, académico en la Universidad de McGill e investigador sobre los derechos a la tierra en zonas de conflicto, aseguró a Efe que «desde una perspectiva internacional y en comparación con otros países» Colombia tiene «mucho que ofrecer en la materia» y es «un buen ejemplo a seguir», aunque entiende que «desde Colombia se vean más los fallos que los logros».

Para él, las claves del buen funcionamiento son «cómo se ha manejado la informalidad, la falta de documentos», ya que se ha «enfrentado» el problema en vez de «evitarlo», y haber empezado a trabajar en la restitución «antes de que el conflicto terminara».

Actualmente se han restituido alrededor de 300.000 hectáreas de tierra a las víctimas del conflicto colombiano, lo que ha beneficiado a 38.307 personas.

El director de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), Ricardo Sabogal, valoró en declaraciones a la prensa que esas cifras representan «una parte muy importante del territorio nacional que le habían arrebatado a los colombianos».

El funcionario agregó que más de la mitad de este territorio fue devuelto a comunidades afrocolombianas e indígenas.

Para la directora de la Unidad para las Víctimas, Yolanda Pinto, «la restitución de tierras es tal vez el elemento más importante» que ayudará al país a «reconstruir el tejido que el conflicto destruyó».

El Congreso, que se desarrollará en Cartagena hasta el próximo 6 de julio, reúne a expertos de varios países como Kenia, Sudáfrica y Guatemala, donde también se dan situaciones de despojo del territorio por conflictos internos.

Unruh, quien inauguró el encuentro con su exposición, también destacó a Efe el «gran paso adelante» que dio Colombia al «reconocer que las comunidades marginalizadas» como «las afrocolombianas o las indígenas» tienen que «tratarse de manera diferenciada».

«Hay que entender que manejan una concepción diferente del derecho a la tierra, se trata de la comunidad y no de tierras individuales», afirmó.

Además subrayó cómo la legislación de restitución en Colombia «desconecta los derechos de la mujer a la tierra de su marido, así que sus derechos no dependen de él», algo «positivo» según el experto.

Héctor Hurtado, víctima del despojo que recuperó sus tierras a través de la URT, recordó a los asistentes que poder regresar a la zona de donde fueron desplazados es fruto de «la lucha de muchas personas».

El campesino también recordó la «importancia del campo», ya que apoya y «abastece a la ciudad».

El Congreso fue organizado por la URT con el apoyo de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Grupo Banco Mundial.

Además de compartir los casos de los distintos países, también se debatió hoy cómo garantizar los derechos de las víctimas y cómo proteger a los reclamantes, ya que en ocasiones emprender el proceso significa recibir amenazas.

En los próximos días se discutirá el papel de la cooperación internacional en este campo, el marco jurídico de los derechos territoriales y cómo conseguir soluciones duraderas en el conflicto.

EFE

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