Resumen: Las autoridades ambientales liberaron 140 tortugas que habían sido rescatadas del tráfico ilegal en el Valle de Aburrá, tras un proceso de rehabilitación. Los animales fueron trasladados más de 600 kilómetros hasta el Meta, un territorio que corresponde a su hábitat natural y donde podrán volver a vivir en condiciones adecuadas.
Tras un extenso recorrido por carretera, 140 tortugas que habían sido víctimas del tráfico ilegal de fauna finalmente recuperaron su libertad en el Meta, un territorio que sí corresponde a su distribución natural.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, a través de su Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre (CAVR), encabezó la liberación de 90 tortugas hicoteas amazónicas y 50 tortugas morrocoy, en articulación con Cormacarena.
La travesía superó los 630 kilómetros y puso fin a meses de cuidados especializados. Los animales habían llegado al CAVR después de ser recuperados en operativos o hallados en viviendas y establecimientos comerciales, donde eran mantenidos de forma ilegal. Muchas presentaban debilitamiento, caparazones deformados y signos evidentes de estrés por el encierro y las condiciones inadecuadas.
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Una vez en el Meta, las tortugas fueron liberadas en un entorno con las características climáticas y ecológicas apropiadas para su especie, donde podrán alimentarse, reproducirse y reintegrarse plenamente al ecosistema.
Estas tortugas avanzan gracias a meses de recuperación que reparan el daño del tráfico ilegal .
Al CAVR llegan con estrés y caparazones deformados por estar donde no debían .
En conjunto con @CORMACARENA, hoy regresan a la vida silvestre. La libertad es su destino. pic.twitter.com/oTZaRptqct
— Área Metropolitana del Valle de Aburrá (@Areametropol) December 5, 2025
Andrea Palacio Salazar, directora del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, destacó el esfuerzo del equipo técnico y de las autoridades ambientales que hicieron posible la rehabilitación y el retorno a la naturaleza de estos ejemplares.
Las autoridades reiteraron que la compra, tenencia o comercialización de especies silvestres es una práctica ilegal que contribuye al deterioro de los ecosistemas y al sufrimiento de miles de animales. Hicieron un llamado a la ciudadanía para denunciar cualquier caso de tráfico de fauna y evitar tener este tipo de especies como mascotas.
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