Procuraduría abre indagación al general Huertas y Wilmar Mejía por presuntos nexos con las disidencias

Este lunes 24 de noviembre, la Procuraduría General de la Nación abrió una indagación disciplinaria contra el brigadier general Juan Miguel Huertas, director del Comando de Personal (Coper) del Ejército Nacional, y contra Wilmar Mejía, funcionario de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), luego de la investigación revelada por Noticias Caracol, que los señala de presuntos vínculos con las disidencias de alias Calarcá.

La acción fue ordenada por la Sala Disciplinaria del Ministerio Público, que dispuso la recolección de múltiples pruebas “con el fin de esclarecer los hechos” e identificar a los “posibles responsables”.

La indagación también busca determinar si hubo fallas de control interno y si funcionarios de alto nivel facilitaron, omitieron o encubrieron actividades relacionadas con organizaciones criminales.

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Entre las primeras medidas, la Procuraduría ordenó oficiar a la Dirección de Personal del Ejército para obtener la hoja de vida institucional del general Huertas, detalles de sus funciones actuales y datos de contacto actualizados. Del mismo modo, se pidió información a la DNI sobre la situación contractual y trayectoria de Wilmar Mejía, incluidos los cargos ocupados, funciones ejercidas y mecanismos de vinculación.

La entidad también notificó al Ministerio de Defensa solicitando claridad sobre eventuales investigaciones administrativas internas relacionadas con la creación de supuestas empresas de seguridad privada, que habrían sido vinculadas a disidencias de las Farc según reportes de medios nacionales. Las directivas disciplinarias del Ejército también deberán responder.

A este panorama se sumó la declaración del almirante Francisco Cubides, comandante de las Fuerzas Militares, quien rechazó cualquier conducta contraria a la Constitución y señaló que se adoptarán las medidas correspondientes. “En aras de aportar al esclarecimiento de los hechos (…) se dispuso adelantar las investigaciones de rigor en articulación con las autoridades competentes”, afirmó.

El caso continúa en desarrollo mientras crece la presión sobre las cabezas de la inteligencia y el Ejército.

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