Por una labor que requiere de cuerpo y alma

La conmemoración del día nacional del campesino, establecida en 1965 durante el gobierno de Guillermo León Valencia, es la oportunidad perfecta para recordar la labor que tienen estos personajes en nuestro país. Siendo los campesinos parte de la cultura y memoria histórica de nuestro territorio.

Colombia a partir de su ubicación geográfica, cuenta con suelos viables para el cultivo; donde, dependiendo de la región, existe un crecimiento del sector agropecuario en el que se busca una sostenibilidad económica y alimenticia; sin embargo, las personas que habitan las zonas rurales de nuestro país y trabajan en el sector agrícola, tienen diferentes problemáticas, las cuales deben ser tratadas por el estado colombiano. Hablaremos entonces, de la violencia y las pocas garantías que tienen nuestros campesinos.

A lo largo de la historia, situaciones como la masacre de las bananeras (1928) en el municipio de Ciénaga, Magdalena, han dejado grandes rasgos de violencia. Donde trabajadores de las plantaciones de la United Fruit Company fueron asesinados cruelmente. Siendo este un referente para los movimientos campesinos, los cuales han buscado diferentes garantías en recursos y oportunidades, tanto para ellos como para sus familias.

Sin embargo, la violencia rural es un tema que hasta el día de hoy no ha cesado y ha dejado a más de 6 millones de desplazados por parte de grupos al margen de la ley. Las personas afectadas, las cuales han sido despojadas de sus territorios, viven en el “insilio” es decir, no tienen lugar en su propio país, término utilizado en el artículo volver a los campos del periódico El Espectador.

Por tanto millones de campesinos, se ven obligados a desplazarse a diferentes ciudades en busca de un nuevo hogar o algunas oportunidades de educación, a las que no tienen acceso en el campo. El gobierno debe empezar por garantizar la implementación de los acuerdos de paz, debido que, el desarrollo agrario fue el primer punto a tratar en los diálogos de paz, entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC-EP.

Donde se brindaría a los campesinos asistencias técnicas, créditos para fortalecer la producción de cultivos y restitución de tierras. A partir de programas de desarrollo rural. Además se implementaría infraestructura nacional con el fin de garantizar los servicios públicos.

Esperemos finalmente que las promesas del gobierno tengan frutos y en realidad sean implementadas con el fin de buscar el bienestar de los campesinos en nuestro territorio y no dejarlos en el olvido.

Por último como ciudadanos tengamos en cuenta que muchos de los alimentos, los cuales día a día llegan a nuestros platos, son gracias al trabajo y esfuerzo que realizan estas personas. Entonces sigamos conmemorando el día del campesino con respeto y admiración; logrando que sus derechos sean respetados y su labor valorada.