Se puso de condescendiente con los violentos, les dio alas de Airbus 380, les entregó el combustible, les dijo tácitamente que hiciesen lo quisiesen que él, con una esponja, les limpiaría los desastres en las fachadas de las propiedades vandalizadas, minimizó los daños y expresó su descontento con quienes los veían con los ojos de la realidad y no de la esperanza utópica, quiso copiar protocolos inaplicables de su parcera la Gritona y las cosas se salieron de madre en la segunda ocasión.

Los manifestantes no han podido entender que su derecho a la protesta llega hasta donde empiezan los derechos de quienes no están inmersos en esos arrebatos de violencia injustificada y entorpecedora de la vida ciudadana.

La movilidad que se ve afectada en gran medida puede, sin lugar a dudas, ocasionar muertes evitables si las ambulancias pueden transitar libremente por las ciudad y no a paso de tortuga, si es obstruida su ruta por las congestiones vehiculares que se originan a raíz de esas aglomeraciones en vías propiciadas por los protestantes, que impiden el paso vehicular porque ellos decidieron jugar futbol en las avenidas que circundan sus establecimientos educativos.

Las citas de trabajo, las médicas, el turismo, el transporte público, el medio ambiente, los negocios y establecimientos de comercio, los colegios y las escuelas, los mercados y en fin todo el aparato productivo de la ciudad se ve afectado considerablemente por el accionar de unos pocos encapuchados, que con estrategias de cambio de ropa y otras, pretenden pasar desapercibidos para las autoridades. No son muchos pero si los suficientes para generar el caos que están buscando.

A esos delincuentes Pinturita con su sonrisa bobalicona les dio patente de corso para que actuasen en la ciudad de Medellín así como la Gritona se las entregó en la capital de la corrupción.

Las evacuaciones de las Universidades Nacional y de Antioquia fueron las primeras consecuencias de esa puerta que se abrió el 1 de enero de 2020 con la posesión del inepto en el cargo de alcalde de la ciudad.

Tiene lastre y muy pesado detrás; sus compromisos con el fulano de la bolsa lo mismo que con el espurio y anterior presidente, para entronizar la ideología del socialismo del siglo XXI en nuestro país y ponerla a regir los destinos de Colombia son, sin lugar a dudas, un peso muy superior para su inteligencia que a duras penas le da para limpiar paredes estropeadas por sus protegidos.

La vida, honra y bienes de la mayoría está por encima de los derechos de unos pocos e ingenuos estudiantes, maestros y profesores, vagos y alguno que otro trabajador insatisfecho que pretenden sojuzgar a los demás por medio de la violencia y los desórdenes que solo producen pérdidas de todo tipo, incluidas el riesgo de la vida cuando no se puede llegar a las clínicas y hospitales con las urgencias médicas.

Eso sin valorar como se debe, la afectación del medio ambiente resultado de miles de vehículos automotores desplazándose muy lentamente o quietos, pero encendidos generando dióxido de carbono que se va para la atmosfera afectando la calidad del aire y las navegación aérea. El ruido de motores encendidos y haciendo sonar sus pitos es otra afectación a la tranquilidad y la concentración en las labores de trabajo y estudio.

Medellín ni Colombia están dispuestos a soportar este tipo de actos de violencia cada semana. Es mejor cerrar universidades y los establecimientos de formación para el trabajo durante el tiempo que se necesario y aceptar el dialogo con premisas de respeto a la ley y la tranquilidad ciudadana.

De nada sirve tenerlos abiertos para que al final del año no se puedan dar por concluidos los semestres académicos por que no se cumplió con la intensidad horaria. Lo mismo va para los de Fecode.

De verdad y aunque sea prematuro la ciudad de Medellín no puede soportar 4 años de chambonadas propiciadas por este individuo que se vio en la necesidad de emplear la fuerza del Esmad, para contener la avalancha de violencia que se inició cuando abrió la puerta del vandalismo extremo y, por más que quiera, no la podrá cerrar a no ser que se convierta en un mandatario que pone por encima de sus veleidades enfermizas el bien común y empiece a gobernar como lo exige la constitución.

Author Signature
Redacción Minuto30

Lo que leas hoy en Minuto30... Mañana será noticia.

  • Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio