Foto tomada de archivo para ilustrar

La banda estaba integrada por cinco hombres y una mujer quienes eran los encargados de reclutar a las niñas en varias ciudades del país para luego explotarlas sexualmente en Bogotá. Y en manos de ellos quedó una niña que fue entregada por su madre tras darle 600 mil pesos para prostituirla.

Alias ‘J’, propietario de la licorera donde terminaban las niñas, alias ‘Mauricio’ y alias ‘Pacheli’ eran los jefes de la organización. Según la pesquisa, ellos mandaban a alias ‘Alex’, ‘El Turco’ y ‘Caliche’ a rebuscar a las menores de edad muy hermosas y de escasos recursos.

Según la Fiscalía, a los principales lugares donde iban a buscar las menores era Santa Rosa de Cabal, La Dorada y Pereira. Los delincuentes estaban siendo investigados y hasta les interceptaron las llamadas durante un año, de acuerdo con la información de las autoridades.

Cuando las encontraban ellos se encargan de ‘enredarlas’ y prometerles cosas de ensueño, regalos y hasta motos. Las que se dejaban deslumbrar de esos lujos eran llevabas a la capital para empezar a ‘trabajar’ inicialmente con los mismos miembros de la organización.

“Uno de los modus operandi es que despojaban a las víctimas del perjuicio, diciéndoles que él ya lo ha hecho con otras menores, que una niña le dio su virginidad, que a otras les ha dado moto, que están superbién. Entonces, hacen ver en las menores de edad está situación completamente natural, normal”, dio a conocer la fiscal del caso.

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Laura Pineda

Comunicadora social de la Universidad Católica Luis Amigó. Soy amante de contar historias de ciudad y tengo un agudo olfato periodístico.

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