La senadora del Pacto Histórico, Piedad Córdoba, declinó la invitación que le hiciera el jefe paramilitar Pablo Hernán Sierra, de convertirse en facilitadora de paz.
En una extensa carta enviada al jefe de las autodefensas, detenido en la cárcel de Cómbita, en Boyacá, la congresista dijo que sus anhelos de paz siguen intactos, pero que ese encargo solo lo desempeñaría siempre y cuando el Petro lo avale públicamente, de lo contrario sería agregarle más elementos de división en la búsqueda de la paz total.
Córdoba señala que comparte la propuesta de crear una gran mesa nacional en la que confluyan todos los puntos de vista sobre el conflicto armado, al tiempo que se hace urgente y necesario que se conozca toda la verdad sobre las relaciones entre el poder político y los grupos armados ilegales durante la guerra.
Piedad Córdoba insiste en que el único objetivo de esta mesa debe ser el desarme y desmantelamiento de las estructuras de guerra y del paramilitarismo, montadas con el apoyo de las fuerzas legales del estado y de la dirigencia política.
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