Pascual Bravo
Foto: Cortesía.

La Institución Universitaria Pascual Bravo, adscrita a la Alcaldía de Medellín, obtuvo su quinta patente de invención, esta vez por el ‘Sistema de calentamiento a gas de alta precisión en el control de temperatura’.

El proyecto diseñado en el Pascual Bravo permite un control preciso de temperatura, el ahorro del 60 % en el costo energético en el cumplimiento de estándares de calidad y un bajo costo de mantenimiento en la extrusión de plásticos, un proceso industrial mecánico donde se realiza una acción de moldeado del plástico, que, por flujo continuo con presión y empuje, lo hace pasar por una boquilla que le da la forma deseada.

“Es el resultado de un trabajo juicioso y responsable de una apuesta institucional por el fortalecimiento de la investigación, donde nuestros docentes han jugado un papel fundamental. Esta es la Medellín Futuro a la que le estamos apostando desde la institución como consolidación del Valle del Software como un destino educativo”, afirmó el rector del Pascual Bravo, Juan Pablo Arboleda Gaviria.

La iniciativa fue propuesta por la docente de la Facultad de Ingeniería del Pascual Bravo, Gloria Beatriz Cruz Riaño. Participaron estudiantes, laboratoristas y el equipo de la Vicerrectoría de Investigación y Extensión.

“La idea empezó a desarrollarse para que el calentamiento del material se hiciera con gas y así poder realizar la extrusión de plástico con un mayor margen de utilidad para el productor y superar las dificultades que hay en el mundo para lograrlo. Estos inconvenientes tienen que ver con el control de la temperatura”, expresó la profesora del Pascual Bravo, Cruz Riaño.

Así fue como, tras cinco años de trabajo, el control de temperatura fino se mejoró con un sistema de calentamiento a gas. Esto se logró con unas etapas de simulaciones previas, construcción y experimentación hasta lograr una configuración óptima. Además, con el desarrollo de dos cámaras de combustión con un diseño diferenciado, que permite tener un control de la temperatura en cada fase del proceso.

En este sistema, el polímero entra granulado, las cámaras de combustión lo funden y, actualmente, este material sirve para desarrollar piezas de maquinaria. Inclusive a futuro se puede proveer para impresoras 3D.

El proceso que se llevó a cabo en el Pascual Bravo, antes del desarrollo final

Antes de su desarrollo, la patente tuvo una etapa de estudio de viabilidad con mediciones en la industria local para verificar el ahorro en el costo energético. Luego se presentó la propuesta de proyecto de investigación y se comenzó el montaje de la extrusora. Después llegó la fase de simulación, diseño constructivo, experimentación y desarrollo de la propuesta final.

La importancia de patentar este sistema se centra en que es un conocimiento que no se había generado en el mundo. Y lo que le sigue al desarrollo, es que se verificará en una empresa para comprobar el control fino en la temperatura y el ahorro en el costo energético en condiciones industriales.

El impacto favorece el fomento del reciclaje y la disminución del consumo de petróleo en el mundo. Además, a mediano plazo se puede cambiar el propano por metano, lo que ayuda a mitigar el calentamiento global. Otro aspecto importante es que a futuro el metano con el que funciona puede ser generado por biomasa.

Las otras patentes obtenidas hasta ahora por el Pascual Bravo, entre ellas una internacional, son: ‘Sistema de combustión en lecho poroso y combustión turbulenta’ (Colombia y Chile), ‘Sistema intercambiador de calor por compresión de vapor con disminución de consumo de energía en sistemas de refrigeración’ (Colombia) y ‘Sistema automático de deshidratación solar de doble pared y doble cámara’ (Colombia).

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Redacción Minuto30

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