Reconozco haber celebrado como nadie el campeonato del 2004 del Deportivo Independiente Medellín y mi alegría se baso no solo por la obtención de una nueva estrella, sino por entender que se me acabaría por lo menos de parte de mis más allegados amigos del equipo del frente, su permanente ‘montadera’ por la escasez de triunfos.

Para mi resaltar año tras año aquel 27 de junio como lo hacen muchos poderosos seguidores y la misma institución escarlata, es quizás darle más importancia a nuestro rival de patio y si bien esto es respetable, ya es el momento de superarlo.

Los hinchas de tradición, aquellos que nos tocó sufrir en carne propia el famoso dicho del “Este año si”, quizás resaltemos más el campeonato del 2002 por lo que significó 45 años de espera para obtener un nuevo título. Salir a la calle en los días posteriores después de ese triunfo al Deportivo Pasto con la ‘Sagrada’, era encontrarse con una felicitación de propios y extraños. Los que sienten el amor propio por nuestro equipo saben de verdad lo que se sintió con la obtención de esta nueva estrella y esto supera cualquier alegría o celebración.

No, no quiero resaltar aquel 27 de junio porque es darle más importancia a la hinchada verde que a la nuestra. Los respeto en mis comentarios y por ello nunca los descalifico. Tampoco hago en mis columnas notas alusivas sobre sus seguidores y menos sobre su equipo porque no me gustaría que hicieran sobre el mío.

Si bien es entendible por la misma rivalidad que se ha presentado entre ambas hinchadas donde infortunadamente en muchos casos se llega a todo tipo de agresiones de parte y parte lo cual es injustificado desde todo punto de vista, hay que decirle a la misma oficina de comunicaciones del Deportivo Independiente Medellín también que ya es el momento de superar aquel 27 de junio.

Lo mejor que ha destacado y recordado la oficina de comunicaciones del “Equipo del Pueblo” en sus redes sociales por la obtención de la cuarta estrella, es que han ubicado en un primer plano a don Javier Velásquez a quien de verdad la poderosa hinchada extraña como dirigente. Ahora nos toca conformarnos con sobrinos presidentes, inexpertos, enredadores y manipuladores a la hinchada que se muestran con cara de niño bueno y con tratos pasados a las personas de ‘ito’.

Lo que en estos momentos la poderosa hinchada quiere recordar y celebrar año tras año es el día que el señor Raúl Giraldo Gómez venda el equipo. Ese día lo tendremos presente y estoy seguro que pasara a la historia del Medellín, pero como aquel nefasto dueño del “Rey de corazones” que nos recordó lo que es sufrir por un equipo.

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Redacción Minuto30

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