¡Pamplinas!

En los años sesentas del siglo pasado, se dio la toma del poder por el señor castro en Cuba, quien en principio tenía el apoyo de los jóvenes latinoamericanos pues les supo vender su lucha como una respuesta legítima a la dictadura de Fulgencio Batista, gobernante que convirtió a Cuba en un gran burdel y en donde la brecha social entre ricos y pobres se incrementó sustancialmente, hechos que con el romanticismo propio de la juventud endiosaron a castro y a sus adláteres y se empezaron a gestar una serie de eventos que han originado muchas y variadas convulsiones sociales dentro de Suramérica.

Empezaron las revueltas estudiantiles y la creación de mártires e ídolos con pies de barro; es así como subieron al pedestal a un sanguinario y cruel individuo conocido como el “Che Guevara” cuyo pensamiento central se basaba en el odio como herramienta de motivación para los revolucionarios y afirmaba que no importaba el N° de muertes siempre y cuando su revolución triunfase, proscribía el pensamiento individual y promulgaba el del rebaño al afirmar que los jóvenes deben pensar como masa, las pruebas eran inventos burgueses y no había necesidad de ellas para concluir en los fusilamientos en masa y el periodismo era una obstáculo muy serio para la revolución y por ende se debía eliminar. El hecho es que este individuo aún aparece en camisetas de los revoltosos que ahora se disfrazan de estudiantes que quieren mejorar al mundo.

Esa premisa del odio como elemento central de la lucha revolucionaria no ha desaparecido del planeta; ahora tenemos al fulano de la bolsa demostrando que sigue tan vigente como hace sesenta años pues lo vemos siguiendo las mismas pautas de los difuntos guevara y chávez, el idiota útil de maduro y las diversas reencarnaciones del carnicero de argentino, que promulgan el odio hacia personas y clases como una gran premisa para fundamentar su supuesta revolución en pro de los pobres, cuando en el fondo lo que quieren es quedarse con todo el pastel.

Para incrementar el incendio crean mártires que posteriormente serán símbolos de la revolución y si es del caso ellos mismos los ejecutan para después acusar a las fuerzas del estado como sus asesinos; esto lo hacen en momentos estratégicos y necesarios como disparadores del descontento popular creado por ellos, con base en mentiras y motivaciones inventadas por medio de tergiversaciones y fraudes intelectuales que engañan, en ocasiones, hasta a los avispados que creen sabérselas todas.

En esta semana de vandalismo, en donde han herido a 371 agentes del orden y al ver que algunos integrantes del comité del paro habían caído en cuenta de que los estaban usando para fines diferentes a los que ellos tenían en mente, se presentó la lesión con balines envueltos en una media del supuesto mártir. De entrada acusaron al ESMAD; los medios empecinados en hacerle oposición al gobierno compraron y se filaron hasta el punto de dedicarle media página en la portada, cuando el joven falleció debido a las heridas causadas por esa arma no convencional que nunca han empleado las fuerzas del estado.

Se han filtrado o lanzado muchas informaciones que dan a entender que el fallecido no era un ángel, pero eso no quita la alta probabilidad de que fue asesinado por aquellos que consideran como fin último la toma del poder para supuestamente cambiar lo establecido y beneficiar a los más débiles. ¡PAMPLINAS!

Ese muerto fue oportuno y actuó como disparador para que las motivaciones populares no se debilitasen como tiene que ser, máxime cuando se ha comprobado que la gran mayoría del pueblo colombiano está en contra de lo que está sucediendo propiciado por un huérfano de poder, cuya crueldad está comprobada cuando en sus épocas de sanguinario activo participó en un grupo delincuencial que asesinó a líderes sindicales como José Raquel Mercado e industriales, secuestró y mantuvo cautivos a personas que para ellos eran fuente de ingreso o de notoriedad y culminó con la toma del palacio de justicia financiada por el narcotráfico.

Ese tipo de personas son consideradas ahora por los jóvenes iletrados unos prohombres dignos de seguir e imitar; esto convierte en axioma: Quien no conoce la historia está en alto riesgo de repetirla.

Es importante anotar que el fulano de la bolsa es un peón de instancias superiores que están tras bambalinas, fomentando estas acciones delictivas con fines demasiado oscuros. La búsqueda del poder nunca ha desaparecido pero el fin último es la riqueza individual que los convierta en intocables como lo eran los señores feudales y los reyes en la antigüedad.

Postre: La repavimentación que se está haciendo en la vía de Las Palmas que conduce al Aeropuerto José María Córdoba en Rionegro Antioquia, es de una calidad ínfima. El piso está quedando como si lo estuviesen reparchando, disparejo, con fisuras y su durabilidad será efímera. ¿Qué negociado habría en la adjudicación?