Orquesta Típica Fernández Fierro
Fotografía cedida por la Orquesta Típica Fernández Fierro durante un concierto. EFE/Cortesía Orquesta Típica Fernández Fierro

Buenos Aires, 29 oct (EFE).- Referente indiscutido del tango contemporáneo, la Orquesta Típica Fernández Fierro es la “manera rockera” de entender el género. “Mitad Ramones, mitad Pugliese”, en 2021 cumplió veinte años ininterrumpidos “puliendo” cuerdas y “sacando lustre” a los “fuelles».

Ahora, tras el fin de las restricciones por la pandemia, festeja su aniversario sobre el escenario en Buenos Aires.

Con una impronta musical propia y la estructura instrumental típica del género —línea de cuatro bandoneones, misma cantidad de violines, una viola, cello, piano, contrabajo y cantante—, tomó como punto de partida el sonido de la orquesta del reconocido pianista, compositor y director Osvaldo Pugliese.

“Era nuestro objeto de deseo en aquel momento (…), un lugar sólido del que partir para después poder desarrollar una estética propia”, explica a Efe Yuri Venturín, director y contrabajista de “la Fierro”.

Conformada desde sus inicios como cooperativa, la agrupación ya editó ocho discos propios —espera grabar el noveno en 2022—, y en 2018 recibió la máxima distinción de la industria musical argentina, un Premio Gardel al «Mejor Álbum Orquestal».

En estos 20 años, no solo innovó el sonido del tango, sino que presentó su show en Europa, Oceanía y América Latina, creó una radio online para difundir las nuevas propuestas del género y desde 2004 administra su espacio, el Club Atlético Fernández Fierro (CAFF), referente del circuito musical independiente en Buenos Aires.

AL COMPÁS DE LA ÉPOCA

“No por la crisis sino a pesar de ella”, “la Fernández Fierro” se constituyó como orquesta y cooperativa en 2001, cuando Argentina atravesaba una compleja situación política, económica y social.

Desprendimiento de una formación previa, “la Fernández Branca”, los jóvenes músicos de “la Fierro” comenzaron sus presentaciones en las calles del barrio porteño de San Telmo, empujando un piano acústico por el empedrado.

Eran momentos difíciles para el género: “A fines de los años 90 el panorama era realmente desolador. Quedaban algunos de los grandes exponentes, después la mayoría de las expresiones del tango eran refritos del pasado o música que no iba hacia un lado que a nosotros nos llegara a conmover”, dice Venturín.

“Quizá se estaba en un punto en el que se pensaba que el único camino era hacia adelante, y me parece que en todas las expresiones artísticas hay momentos que deben ser de síntesis, como le ocurrió al rock con el punk (…) en cierta forma el proceso que nosotros encaramos tiene cierta analogía con eso” añade.

BAGAJE CULTURAL

“La principal influencia para nosotros es el tango, y en particular los grandes: Osvaldo Pugliese, Astor Piazzolla, Aníbal Troilo, Alfredo Gobbi, Horacio Salgán, pero por una cuestión generacional hemos crecido con el rock”, comenta el director.

“Podemos decir que nos criamos con el tango y crecimos con el rock porque la adolescencia fue con esa música, escuchando Ramones, Led Zeppelin, Deep Purple y todo el rock argentino”, agrega.

El contrabajista opina que toda la música que se ha escuchado a lo largo de la vida, termina apareciendo como influencia en mayor o menor medida: “La Fierro” por supuesto es un grupo de tango, pero aparecen cosas que son muy rockeras. Esto no habla de una fusión, sino de explorar lugares que son comunes a veces, en los dos géneros”.

PROCESO DE BÚSQUEDA CONTINUO

“La búsqueda de una identidad musical es un proceso de trabajo continuo (…) Fuimos trabajando y encontrando distintos elementos que nos resultaban más representativos, y esos elementos fueron cada vez más determinantes en nuestro sonido”, subraya Venturín.

Esa indagación no solo incluyó la escritura musical y la manera de tocar, sino también la experimentación con sonidos en el estudio de grabación, donde se trabaja con el audio en procesos que se incorporan a los temas y se replican en vivo.

“Si bien tocamos instrumentos acústicos, estamos procesando los sonidos a través de amplificadores y pedales, todo muy al estilo del viejo rock, en la mayoría de los casos de manera analógica”, explica el músico.

En su ya extensa trayectoria, la orquesta ha creado un repertorio propio compuesto por temas originales y versiones de otros autores. Una obra que es acompañada con elogios por la crítica especializada, oyentes y espectadores, que desde la platea de sillas y mesas alineadas en el espacio del CAFF, aplauden la potencia musical y la espectacularidad con la que los músicos la interpretan.

Con la misma contundencia y claridad de su música, Venturín subraya aquello que hace que “la Fierro” haya cumplido 20 años y vaya por muchos más: “La Fernández Fierro es una idea estética y como tal subsiste a los cambios de formación y de integrantes, porque es una idea estética, pero no estática, que se va puliendo cada vez más finamente (…), no tenemos la intención de reinventarnos, sino de lustrar hasta el infinito lo que somos”.

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Redacción Minuto30

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