Ahora que estamos esperando que en cualquier momento nos llegue la noticia de la caída del dictador Maduro y toda su cohorte de compinches en el saqueo de Venezuela, podemos iniciar un desmonte generalizado de esas ideas degradantes de la calidad del ser humano que nos quisieron inculcar desde que se reinventaron los postulados de Marx, denominándolos socialismo del siglo XXI y que con los recursos del petróleo pretendieron exportar a toda la región.

Permearon Ecuador y montaron a Correa ahora fugitivo, llevaron a la Argentina a una debacle económica con los Kirchner, lo mismo en Brasil con Lula y la Rousef destituida por corrupta, tenemos en Bolivia a Evo que quiere perpetuarse; en ese país es sintomática la lentitud de los acontecimientos debido a su ritmo de vida que parece detenido en el tiempo, allí todo llega con mucho retraso y las cosas suceden sin que nadie haga nada para acelerarlas o retrasarlas; llegaron a Nicaragua y quieren mantenerse a pesar de que el pueblo está demostrando su descontento desde hace más de un año y utilizan la fuerza para sofocar las manifestaciones de rechazo a un gobernante inepto y violento.

Aquí sutilmente se metieron en el gobierno de Uribe y se mostraron como enemigos acérrimos de esas ideas retardatarias, se ganaron indulgencias con padrenuestros ajenos apropiándose del mérito del bombardeo al campamento en el Ecuador en donde se mantenía Alias Raúl Reyes y se apropió de lo que no es suyo, claro que esto último ha sido el constante y típico comportamiento de un individuo con escasos merecimientos pero que desde siempre ha sido un oportunista clásico, con el sentido de la lealtad totalmente desaparecido y la traición como norma de vida.

Nos impuso la paz con el narcoterrorismo y enroló a muchos de sus adeptos en una idea de mantener el rumbo hacia una filosofía de gobierno, totalmente extraña a los principios democráticos que tiene desde siempre el pueblo colombiano.

En sus simpatizantes y seguidores no confesos se encuentran todos aquellos que se lucraron de la mermelada, además de muchos otros que aunque no lo hicieron abiertamente se contagiaron de esa marea envilecedora. Allí se aparecen los verdes, petristas, algunos liberales, el polo, uno que otro pendejo y en fin una camarilla que quiere usufructuar los dineros públicos para su propio beneficio como lo han conseguido los que siguiendo esas ideas, se enquistaron en el poder en los países arriba mencionados.

Esas ideas fueron derrotadas en Colombia y ahora además de la reconstrucción de país descuadernado que nos dejó el espurio, tenemos que ratificar en las elecciones regionales del presente año que en Colombia cuando se dice Ochis es para todos los marranos. Ya lo dijimos en el 2018 para la presidencia y ahora serán los gobernantes regionales, diputados, concejales y ediles los que serán elegidos erradicando de nuestro territorio, esas ideas retardatarias y caducas del mal llamado socialismo del siglo XXI.

En octubre debemos arrasar y para eso es imperativo que todos a una, votemos por aquellos candidatos que nos garanticen transparencia, honestidad, rectitud y con un sentido de responsabilidad hacia sus electores que prime sobre sus ambiciones personales. Ese no lo encontraremos en la izquierda y mucho menos en los tibios que no son de aquí ni son de allá.

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Redacción Minuto30

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