Cuando todo hacía presagiar que el proyecto de muerte asistida (eutanasia) superaría su primer debate en la Comisión Primera de Senado, una proposición de la senadora Paloma Valencia cambió los planes de las mayorías.
La Congresista del Centro Democrático insiste en que se reconozca que las instituciones de salud, particularmente las fundadas y manejadas por organizaciones religiosas, deben ser amparadas por la objeción de consciencia, lo que estancó la votación definitiva.
La discusión y aprobación de la iniciativa que convierte en legal la eutanasia avanzó en poco más del 90 por ciento, que además del título y la pregunta, solo necesita que el debate sobre si las instituciones tienen consciencia para negarse a practicarla es o no válida.
Sigue al canal Política en Minuto30 en WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VZzWqlt3mFY3VpgTYk0q
Mientras Paloma Valencia y JP Hernández defienden su argumento desde la perspectiva de que se está autorizando el asesinato de una persona, el autor del proyecto Humberto De la Calle señala que las instituciones no tienen consciencia y que en tal sentido no pueden ni deben oponerse a la decisión de una persona de morir dignamente.
“Hemos sacado adelante el 90 por ciento de este proyecto y eso hace que yo esté satisfecho pero en efecto, por razones de tiempo quedaron pendientes algunos artículos donde va a haber alguna discusión, la que me parece más delicada es la objeción de consciencia institucional, que quiere decir eso, el proyecto es tremendamente cuidadoso con la objeción de conciencia y eso no tiene discusión, eso se respeta plenamente, pero algunos sostienen también que las instituciones podrían hacer lo mismo, por ejemplo, instituciones que hayan sido fundadas o regentadas por organizaciones de carácter religioso, allí si nos oponemos, porque las instituciones no tienen consciencia, no se puede reconocer a una institución que diga yo no practico la muerte médicamente asistida, porque esa es la negación de la consciencia”, puntualizó De la Calle.