El Gobierno de Chipre anunció este viernes un nuevo confinamiento, el tercero en esta isla mediterránea, ante el preocupante aumento de casos y muertes por coronavirus, que hasta ahora suman 26.280 y 140, respectivamente, en una población de unos 850.000 habitantes.
El ministro de Sanidad, Constantinos Ioanu, anunció hoy que el estricto confinamiento entrará en vigor el domingo a las 5 de la mañana y estará vigente hasta el 31 de enero.
El anuncio llega después de que Chipre cerrase diciembre como su mes más mortífero desde el comienzo de la pandemia, con 85 muertes. El pasado 29 de diciembre la isla registró 907 nuevos contagios en un sólo día.
El ministro explicó que las nuevas medidas prevén el cierre de todas las tiendas minoristas, así como las empresas del sector privado que atiendan público y los negocios como las peluquerías, barberías, salones de belleza o de manicura.
Sólo se permitirá la apertura de los servicios esenciales, en los que se incluyen los supermercados, las panaderías y confiterías, las fruterías y los quioscos, y tendrán que seguir estrictas normas de higiene. Además, se permitirá al sector de la construcción que siga trabajando.
Los ciudadanos podrán salir de casa sólo dos veces al día como mucho, para realizar trabajos considerados esenciales o por motivos médicos, siempre que soliciten la salida a través de un mensaje de texto.
Todos los centros educativos ofrecerán sus clases a distancia, a excepción de los jardines de infancia, los únicos en los que se permitirá la presencia física de niños.
A diferencia del confinamiento de la pasada primavera, los aeropuertos y puertos podrán operar con normalidad.
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