Colombia, y especialmente nuestro agro, están en la senda de la reactivación económica y social de forma acelerada y deseada, para bien del país y de nuestros compatriotas. Así nos lo están diciendo los indicadores: “Las exportaciones del agro crecieron en gran porcentaje para el mes de mayo pasado, jalonadas por productos no tradicionales como leche, lima Tahití, carne bovina, mango y aguacate Hass, así como de tradicionales, entre los que se destacan flores y café. Las exportaciones sumaron US$3.784 millones entre enero y mayo de 2021, y presentaron un crecimiento de 19,2%, respecto al mismo periodo de 2020”. Y alegra mucho más, el saber que los destinos de los productos del campo colombiano son los grandes mercados del mundo, como los de Norte América y Canadá; europeos, como los de Bélgica, Países Bajos, Alemania, Reino Unido e Italia; asiáticos, como China y Corea de Norte.

El destacado crecimiento de 19,2%, significa el ingreso a nuestra balanza comercial de US$604 millones, adicionales a la cifra reportada en 2020. Entre el grupo de los tradicionales, es importante reseñar las ventas al exterior de productos como café, que sumó US$1.162 millones (25,1% de crecimiento) y flores por US$840 millones, presentando un 24,1% de crecimiento. Sin duda, es justificada la satisfacción del ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea Navarro, al decir, apoyado en estas cifras, que: «seguimos con la tarea de la reactivación del campo colombiano”. Y reconoce que “estas cifras se alcanzan gracias a los trabajos realizados con la estrategia de ‘Diplomacia Sanitaria’, con la cual el Gobierno del presidente Iván Duque logró 49 nuevas admisibilidades en 24 países, cumpliendo con la meta del cuatrienio por adelantado».

Pero, a pesar del júbilo por los ingresos y la capacidad exportadora del campo colombiano, el señor Ministro y su equipo de trabajo, con el excelente desempeño de la doctora Martha Lucía Rodríguez Lozano, al frente del Viceministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, no dejan de señalar que los bloqueos y otros fenómenos que afectan el libre mercado “mantiene preocupado al sector privado por la pérdida de producción o negociación de sus productos que tradicionalmente se exportan, generando incumplimiento en los cupos de exportación negociados en los acuerdos comerciales para el caso de azúcar y panela. Además, pone en riesgo a las exportaciones agropecuarias colombianas, que en algunos casos podrían ser desplazadas y sustituidas por países competidores directos”.

Sin duda, entonces, la productividad, la plena capacidad de producción del campo y las amplias posibilidades de exportar a los grandes mercados internacionales, van de la mano con un país social, económico y político, en paz.

Esta tarea (de buscar la Paz atendiendo a diferentes frentes y agentes de distinto orden) que en el mes de junio de 2021, inició, con tanto empuje, capacidad y cariño el doctor Juan Camilo Restrepo Gómez, desde su Oficina de Alto Comisionado para la Paz, precisa de toda nuestra comprensión, reconocimiento y apoyo.

La paz es un tangible que debemos construir con diálogo, con concertación, con un campo produciendo alimentos y riqueza; la paz (con legalidad) es el bien común que necesitamos, para que Colombia, y en especial nuestro Agro, ¡siga con paso firme!

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Redacción Minuto30

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