En días anteriores me causó curiosidad ver a los jóvenes unidos por la educación, no siempre se da esa situación o por lo menos sin que hagan uso del vandalismo.

No dudé ni un segundo en preguntarle a algunos de los muchachos por qué razón estaban marchando: algunos me respondieron con frases como “la universidad pública debería de ser gratis” o “el programa Ser Pilo Paga nos está llevando a la ruina” o también “la educación esta desfinanciada y los ricos se están quedando con la plata de la educación”.

Aunque solo quise resaltar las respuestas que tenían sentido, en ninguna de esas respuestas recibí una explicación concreta a sus afirmaciones. Es decir, algunos de los estudiantes tienen claras las consecuencias y eso está bien, pero no tienen claras las causas de los problemas de la educación colombiana.

Al día de hoy el gobierno Colombiano habla de “Colombia la más educada” y sin duda, eso es lo que la mayoría de ciudadanos pedimos y soñamos. Pero para tener “Colombia la más educada”, primero tenemos que centrarnos en la columna vertebral de esta problemática, la misma financiación.

La Raíz del problema

Es fundamental entender que no se pueden desarrollar métodos y mecanismos de educación gratuita o aumento del presupuesto educativo sin antes esclarecer cómo y de qué manera se destinan los recursos del ministerio de Cultura, una destinación que nos ha dejado pérdidas económicas en grandes magnitudes.

Se podrá hacer un debate en vano, donde discutamos las exigencias o cifras presupuestales, pero si nos enfocamos en resolver antes los problemas esenciales de la estructuración política del país podremos establecer la posibilidad de – no solo garantizar accesibilidad total para la universidad pública – sino además aumentar el nivel académico de las instituciones del Estado.

Para esclarecer la raíz del financiamiento y distribución de los recursos económicos tenemos que esclarecer el contexto estructural de nuestra educación.

En las últimas décadas el financiamiento de la educación pública ha estado enfocado en dos proyectos de acto legislativo esenciales que marcan el rumbo de la destinación de los recursos en la educación colombiana: 1. El acto legislativo 01 2001 – nombrado como “Situado Fiscal” 2. Acto legislativo 04 del 2007 – nombrado como “Sistema General de Participaciones” (SGP).

Sistema General de Participaciones

Nos centraremos fundamentalmente en el (SGP), pues es parte esencial de que al día de hoy no tengamos dinero suficiente para sacar adelante nuestra educación. Si vamos a solucionar las cosas, entendámoslas bien.

El Sistema General de Participaciones es una fórmula económica encargada de transferir los recursos educativos a departamentos, distritos, municipios y territorios indígenas. Y es fundamental porque – según la Contraloría Nacional – perdió del 2001 al 2015 80,87 billones de pesos destinados para la educación pública y no precisamente por la corrupción, sino por su mala adecuación a la realidad económica del país.

En el  próximo artículo expresare las estadísticas y razones por las que los colombianos debemos céntranos en reformar este Sistema General de Participaciones que tanto daño le ha hecho a la educación nacional.

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Redacción Minuto30

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