Con todo lo que por estos días nos ha ido cambiado a la mayoría de los colombianos y donde además se intuye que la vida no será igual después de esta pandemia, es necesario hacer visible pero de forma desagregada las dificultades que varias personas van teniendo y que no se aclara el panorama en mediano plazo para muchos de ellos.

En primera instancia quiero referirme hoy a los artistas, pues gracias a su talento hacen que nuestra existencia se llene de felicidad, nos ayuda a compartir con los demás y hasta nos vemos identificados en muchas de sus interpretaciones; desafortunadamente un día amanecieron con una noticia un poco difícil de entender y era que la enfermedad del COVI-19, había llegado al país y con ella una cuarentena, lo cual significaba cancelar conciertos, exposiciones, presentaciones, inauguraciones, lanzamientos y demás.

En ese instante vimos cómo fueron los primeros que salieron a las redes para hacer la campaña quédate en casa y así fueron trascurriendo los días, luego siguieron apareciendo desde la virtualidad, contribuyendo para aportar una alegría o intentando difundir paz interior para todos los que los veían haciendo más llevadero este momento de vida tan extraño.

Todo en la vida no es solo trabajo o estudio ya que existe el ocio productivo, ese espacio mágico y merecido para descansar, para disfrutar de una gastronomía diferente a la usual, para visitar lugares y vivir experiencias diferentes, eso incluye las expresiones artístico culturales, desafortunadamente muchos de estos gustos se tendrán que aplazar quien sabe por cuánto tiempo y es ahí donde muchos de ellos (los artistas) están viviendo su propio viacrucis ya que las cuentas no esperan y los apoyos del estado son insuficientes, pues hablan hasta de aprobar la ley del artista pero quien sabe cuándo y en realidad ¿si llegará a todos los artistas?.

Pero por ahora esto no ayuda verdaderamente a solucionar el problema, incluso el tema de arriendos, deudas en los bancos, el pago de servicios que ante el decreto no significa que les van a pagar sus acreencias, en lo que ayuda es en que algunos de ellos porque no todos (servicio al cliente no contestan o la respuesta es que son privados y el decreto no los toca) les van a fiar la deuda pero apenas pasen un par de meses les van a cobrar difiriendo en varias cuotas y entonces pongámonos a pensar si estará por alrededor de un año en la proyección inicial del gobierno y tendiente a ampliarse, no a disminuir todo lo que conlleva roses sociales entonces ¿dónde van a contratar a un músico, un animador, un cuentero, un DJ, un ingeniero de sonido, un trovador, un teatrero, un cómico, un danzarín etc.?

Y entonces de donde van a pagar las cuotas que les difirieron, además de su comida y su propia supervivencia; el presidente dice una y mil veces que hay que reinventarse así mismo pero el concepto no es tan fácil porque al igual que los artistas, hay empleados de restaurantes, de discotecas, de hoteles, del sector turístico, vendedores ambulantes, recreacionistas, todos los comerciantes que estaban encadenados al mundo del fútbol y miles más, alguno dirá yo me ingenio una venta de un comestible, o me voy a trabajar en la construcción, o soy bueno para arreglar las uñas, o en el campo que se yo, pero hay que entender que todo el mundo no tiene las mismas habilidades y en su defecto si todos van hacer lo mismo me pregunto ¿si hay cama pa tanta gente?.

Yo creo que es hora de ser solidarios selectivos desde nuestras capacidades, recordando una vez más que las ayudas no llegan a todos los lugares y si tenemos la forma ayudar a esas personas que hay a nuestro alrededor iniciando por meternos en los zapatos de ellos y luego ver hasta donde somos capaces de aportar, recordemos que todos somos Colombia y debe ser una Colombia solidaria pues el orgullo de este país se debe a cada uno de sus habitantes.

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Redacción Minuto30

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