Un pequeño que se estaba divirtiendo jugando a las escondidas, se escondió tan bien que por poco lo dejan de encontrar para siempre.

El protagonista de esta historia es un niño llamado Fahim, y quien viajó más de 3.200 kilómetros al interior de un contenedor que iba en un barco carguero, y que fue usado por él como escondite de sus amigos.

Desde hace varios días las autoridades estaban tras la búsqueda del menor en su país de origen, (Bangladesh) y fue encontrado por los trabajadores del puerto en Port Klang de Malasia, quienes se llevaron tremenda sorpresa al abrir las compuertas y ver salir a un niño confundido y afectado por lo ocurrido.

Al principio las autoridades no lograban entender que había sucedido y creían que se trataba de alguna organización criminal.

Sin embargo el niño fue llevado primero a un centro médico y luego de recobrar en sí, el menos confesó que había sucedido, relatando que estaba jugando con sus amigos a las escondidas, y luego de pasar rato sin poder salir de su escondite se quedó dormido, y al despertar descubrió que el contenedor no abría y que por más que intentaba gritar, nadie lo escuchaba, hasta que al fin sintió que el barco arribó al puerto.

Lo increíble de esto, es que el niño pudo sobrevivir durante seis días sin agua ni comida.

De momento, Malasia se encuentra realizando los trámites correspondientes para llevar al niño de vuelta con sus padres a su país de origen.

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