Otra vez un caso de violencia contra las mujeres atrae la atención de la opinión pública. Eileen Moreno denuncia la violencia física que su pareja de ese tiempo ejerció brutalmente sobre ella.

Este caso es reconocido por ser Eileen, porque sucedió en otro país y porque su pareja es una figura pública, pero es el pan de cada día de millones de mujeres en todo el mundo. No solo este tipo de violencia física, también psicológica: eres bruta, te engordaste, eres una perra, etc.; sexual: violación, incluso dentro de la pareja, tocamientos abusivos en el transporte público, entre otras; y económica: controlar los bienes inmuebles de la pareja, no cumplir con la cuota alimentaria, y otras tantas; todo esto sumado a múltiples acciones mínimas y naturalizadas que tienen un alto contenido de discriminación.

Hay muchas mujeres valientes que denuncian y piden ayuda. Eso debemos hacerlo todas, necesitamos hacerlo porque nos están matando; pero también necesitamos hacer que la sociedad se comprometa.

Denunciar implica que las instituciones garanticen que se nos va a atender con garantía de nuestros derechos. Cuando veo el video de Alejandro García arrodillado, suplicando y llorando que no lo denuncie, que él le da dinero, veo la radiografía de muchas de las sociedades latinoamericanas donde todo es comprable, en esa oportunidad lo hizo a la víctima, ¿la próxima será a la justicia? Se necesita de manera urgente una sociedad transparente.

Pedir ayuda implica que surja la indiferencia de las personas que siempre asumen que la “ropa sucia se lava en casa”. Hace un tiempo hablaba con un profesor universitario que afirmaba no se volvería a involucrar en una pelea de pareja porque él hace tiempo intercedió por una mujer y ella se le fue encima diciéndole que no se metiera; la verdad es que una irrupción así hace que la violencia se recrudezca en casa, porque la ayuda que debemos brindar tiene que ser en todo aspecto. Primero saque a la mujer del circulo de vida del victimario, si no lo hace él llegará a la casa y la violentará por el simple motivo de tener una relación con un extraño: usted. No me imagino la golpiza en casa diciéndole: “cuente quién es ese flaco que la ayuda, perra” y así sucesivamente. Después brinde apoyo en todas las facetas de la vida, desde emocional hasta económica. (Usted no sabe cuál es la dependencia que sufre una mujer para “soportar” las violencias).

Lo que hacemos en redes, eso de brindar apoyo y decirle a las Eileens de Colombia que ellas no están solas, es válido, pero por favor, si alguien se encuentra en una situación similar, empiece a hacer acompañamiento real a todo el proceso que implica el salirse de ese círculo de violencia tan grave que puede concluir en el feminicidio.
Y por supuesto, hay campañas de desprestigio gravísimas, el mismo Alejandro ha salido en medios diciendo que Eileen no es “una perita en dulce”. Leí un post en Facebook de un señor que escribía: “No apoyo a la violencia contra las mujeres, pero esa niña no era ninguna inocente”. Ese desprestigio en contra de la víctima es el que tememos todas al momento de denunciar, el nivel de agresión nunca está en el nivel desproporcionado de los ataques, eso téngalo por seguro. Solo falta que digan que por usar minifalda y mostrar las piernas, él la golpeo.

Nuestra responsabilidad como sociedad es jamás apoyar ninguna clase de violencia, pero ojo, la de niveles altos y que termina en feminicidios es la de hombres contra mujeres. Nuestra sociedad es responsable por seguir hablando de este tema, aunque mucha gente diga que es por la moda y que hay muchos temas “más importantes”. Recuerde: nos están matando.

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Redacción Minuto30

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