El español Rafael Nadal intentará el domingo romper su «maldición» contra Novak Djokovic en el Abierto de Australia, la tercera final consecutiva entre ambos tenistas, en la que el serbio, número 1 mundial y campeón vigente, vuelve a salir como favorito.

©AFP / william west El tenista español Rafael Nadal durante el partido de semifinales contra el suizo Roger Federer, en Melbourne

Nadal, número 2 del ranking, fue arrollado por su rival en sus dos anteriores finales en 2011 (Wimbledon y Abierto de Estados Unidos), y también perdió en otras cuatro finales contra el serbio.

Con este balance, el español se juega el domingo en Melbourne algo más que un título y sabe que una nueva victoria de Djokovic tendría un fuerte impacto psicológico.

Para estar listo Nadal hizo todo lo posible para descargar la tensión y no perder tres finales consecutivas de Grand Slam, lo que sería un récord.

Para Djokovic una victoria le daría su tercer título en Australia, después de los de 2008 y 2011 y pondría definitivamente su nombre a lado de las grandes leyendas del tenis.

El serbio sería entonces el cuarto jugador de la era Open (desde 1968) en ganar tres títulos o más en Melbourne, junto a Andre Agassi (4), Roger Federer (4) y Mats Wilander (3), y el quinto en llevarse tres ‘grandes’ consecutivos, después de Rod Laver, Pete Sampras, Federer y Nadal.

©AFP / Paul Crock El tenista serbio Novak Djokovic celebra un punto contra el británico Andy Murray en semifinales del Abierto de Australia

A pesar de un semifinal agotadora física y mentalmente contra el británico Andy Murray, Djokovic sale como favorito en la final del domingo, a pesar de que el español tiene un balance de victorias en su favor de 16-13.

«Será un partido muy duro para mi. Es el favorito por haber sido número 1 mundial y por haberme ganado las últimas seis veces», reconoce el español, que el jueves eliminó en la semifinal a Federer (N.3) en cuatro sets.

Para Djokovic, su última victoria contra el mallorquín, en el Abierto de Estados Unidos de 2010, fue clave y fue allí donde tomó conciencia de su potencial ante un Nadal que no pudo con el servicio ni el revés de su rival.

Desde entonces el español está trabajando en nuevas maneras de jugar y busca más agresividad para romper la «maldición» serbia.

«Intento jugar de manera más agresiva, conseguir más golpes ganadores. Pero las mejoras que quiero aportar a mi juego no están terminadas. Necesito tiempo antes de ser capaz de jugar de manera agresiva durante todo un partido», asegura Nadal.

«Es una manera fantástica de empezar la temporada. Ahora tendré otro gran test. No sé si estoy preparado para ganar el partido mañana (domingo) pero creo que lo puedo hacer y voy a luchar por ello», añade.

Nadal, que podría igualar a Laver y Bjorn Borg con 11 títulos de Grand Slam en su palmarés, demostró en la semifinal contra Federer que está en un gran momento.

«Roger empezó muy bien pero Rafa hizo un esfuerzo increíble para remontar. Es por eso que es un campeón, es por eso que es uno de los mejores jugadores que ha tenido este deporte. Nunca abandona, está motivado para ganar, igual que yo. No se puede predecir lo que va a pasar», reconoce Djokovic. MELBOURNE (AFP)

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Redacción Minuto30

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