¿Has llegado a analizar de qué está hecha la ropa que utilizas a diario? ¿Es material contaminante y tóxico? Lo cierto es que día a día, las personas tienen un mayor interés por conocer la procedencia de sus prendas de vestir, de hecho un estudio de la UOC sobre el comportamiento del consumidor afirma que el 50% de los encuestados está dispuesto a pagar más por ropa sostenible.

Según Nielsen, en un estudio sobre Premiumización o productos Premium, el 63% de los colombianos respondió que pagaría más por productos con altos estándares de calidad y el 57% que su contenido sea amigable con el medio ambiente, el 53% que contengan ingredientes orgánicos o naturales.

“En Colombia, la categoría más apetecida de premiums es ropa y zapatos (49%)”. Ante esto, un consumidor actual interesado en priorizar el bienestar ambiental, la industria textil necesitará hacer cada vez más pasos para cumplir a cabalidad con las demandas de sus consumidores.

“Los productos premium más exitosos son aquellos que hacen un mejor trabajo en resolver un problema o necesidad insatisfecha del consumidor”, afirma Nielsen. Las misma necesidad de encontrar alternativas más sanas para habitar el planeta, que permitan que el mundo vuelva a respirar, donde sus industrias sean realmente sostenibles.
Por ello, con el fin de contrarrestar el surgimiento del “Fast fashion” o moda rápida, una tendencia que busca distribuir producciones textiles en serie y con bajo costo, de forma irresponsable y poco empática con el medio ambiente, generando cantidades de desechos sin consciencia, llega “Slow fashion”, moda lenta, para guiar a la industria textil hacia un camino más responsable y un consumo más consciente.

“En Colombia existen cada vez más emprendimientos que le apuestan a una moda responsable, con estrategias que van desde la reutilización o el alquiler de las prendas y la fabricación de estas con textiles orgánicos hasta el encadenamiento y la generación de empleos inclusivos.” El Espectador.

Entre algunos proyectos se destacan Dauntless, dirigida por Paula Maldonado, diseñadora enfocada en crear prendas con el menor impacto posible. Actualmente, la marca solo distribuye chaquetas tipo biker, con un tiempo de vida de 10 años.

El estilo de Dauntless es no manejar temporadas para reducir los desechos de inventario, utilizando materiales como algodón, hongos, cuero de piña y la menor cantidad de agua durante el proceso de confección.
Ante la pregunta, de si es posible generar sostenibilidad a través de la moda, Paula responde: “El comprador empieza a entender el por qué algunas marcas como Gucci, Armani, Tesla o Dauntless le dan prioridad al cuidado del planeta trazándose una misión: ser sostenibles. El siguiente paso es que las personas, hombres y mujeres, compren moda consciente”. El Espectador.

Las personas compran productos de forma racional y emocional, y en mayor medida porque esos productos o servicios, las hacen sentir bien, aumentar su autoestima, entonces, nos solo se trata de comprar sino de encontrar una satisfacción intangible, y esto lo representa la inclinación del público por los productos naturales y ecológicos.
En enero del 2018, los colombianos realizaron compras de ropa que alcanza la suma de $1,1 billones, el 10, 69% más que en el mismo mes del año 2017, lo que demuestra un dinamismo y crecimiento positivo para el sector.
¿Quieres ser un emprendedor beneficiado por la tendencia Slow fashion? No te quedes observando como otros aprovechan esta oportunidad, si te apasiona el sector textil o tienes contactos relacionados con la industria, empieza a elaborar tu proyecto, porque aquí tela para cortar hay…

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Escríbeme: juanesteban@jeg.com.co

Abogado especialista en Derecho Empresarial
Magister en Economía Aplicada
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Redacción Minuto30

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