Miembros del Congreso de los Pueblos continúan protestas en la Nunciatura Apostólica en Bogotá

En una escalada de protestas, el Congreso de los Pueblos ha ampliado su presencia en varios puntos estratégicos de la ciudad de Bogotá, y en el país.

El 4 de junio, campesinos e indígenas que conforman este congreso, se tomaron la Nunciatura Apostólica y la sede del Ministerio del Interior en Bogotá, en la localidad de Teusaquillo.

La ocupación de la Nunciatura Apostólica en Bogotá, realizada por cerca de 30 personas, se llevó a cabo de manera violenta, con el propósito de ser escuchados por el Gobierno frente a la violencia en sus territorios.

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Este miércoles, se informó que los miembros del Congreso de los Pueblos tomaron dos entradas de la refinería de Barrancabermeja, recibiendo el apoyo de la Unión Sindical Obrera (USO).

Simultáneamente, en el sur del Cauca, específicamente en la vía Panamericana, los manifestantes instalaron cambuches.

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Este grupo le está exigiendo al Gobierno Nacional el cumplimiento de un pliego de peticiones; entre sus demandas se destacan:

El desmonte del paramilitarismo, mecanismos de protección en los territorios, fortalecimiento del Congreso de los Pueblos, Mesa de interlocución y negociación nacional, entre otros.

El Congreso de los Pueblos ha reiterado que estas acciones buscan visibilizar la urgencia de condiciones de seguridad en sus territorios.

“Nos movilizamos haciendo presencia en varias carreteras y centros urbanos con el objetivo de denunciar la arremetida genocida paramilitar en los territorios. Tal situación constituye una amenaza estratégica contra nuestro movimiento”, declararon los manifestantes en un comunicado difundido a través de redes sociales.

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