La oposición compara a Medellín con un barco a la deriva, pero el navío de la #MedellinFuturo mantiene su curso pese al fuerte oleaje del cambio en la marea. Con tres crisis conjuradas, este barco sigue su rumbo.
Un capitán de navío fija el curso de su embarcación. En aguas calmas otea nubarrones en el horizonte; en tempestad, enfrenta el raudo oleaje y, de cara al vendaval, enfrenta la tormenta hasta llegar a buen puerto. A su lado el timonel, el primero de a bordo, coordina la tripulación para no desviar el rumbo mientras va quitando uno que otro palo en el timón. Esa es la tarea de Esteban Restrepo, Secretario de Gobierno de Medellín.
Coordinar las acciones de las Secretarías y entidades del Municipio, de manera cohesionada y eficiente, requiere cabeza fría para mantener firme el timón de este navío. En su travesía por el bravío mar de la política, cuyas aguas turbulentas son agitadas por una oposición que intenta pescar en río revuelto, Restrepo mantiene la vista puesta en la carta de navegación (el Plan de Desarrollo #MedellinFuturo) arriando velas mientras quita los “palos en la rueda”.
Estos palos en la rueda vienen por cuenta de una oposición que no pierde oportunidad para meter miedo y mentiras. Cañoneando desde medios y redes sociales, pretenden generar una percepción distorsionada de una realidad para hacerte creer que “antes de Quintero todo estaba bien y ahora con Quintero, todo es un desastre”. Para ello, se valen de clichés vacíos como “la destrucción de la institucionalidad”. Miremos a cuál “institucionalidad” se refieren.
Las “crisis institucionales” hacen referencia a los cambios en directivas y en contratos de entidades: las “renuncias masivas” en las Juntas Directivas de EPM y Ruta N (integradas por las mismas personas en ambas juntas); la “crisis financiera” del Jardín Botánico (entidad privada cuyos contratos con la Alcaldía constituyen el 65% de su presupuesto; como empresa privada, no es ni sostenible ni competitiva) y el requerimiento a operadores del Programa Buen Comienzo de hacer parte del Banco de Oferentes del ICBF (alineando al programa con la política nacional).
Si bien la atención pedagógica y nutricional de Buen Comienzo es ejemplo a nivel nacional, sus estándares financieros y administrativos tienen menos rigor que los del ICBF. Al implementar los requerimientos del Banco de Oferentes, se previene que corporaciones que sólo existen en el papel sean operadores del programa, o que entidades en quiebra utilicen recursos públicos para sanear sus finanzas. El hallazgo de falsedad en documento presentado por la Fundación Carla Cristina lo evidencia: se está haciendo lo correcto.
Todo cambio genera resistencia y el cambio de poder, aún más. Ese es el trasfondo de las “crisis institucionales”.
Con pulso y arrojo se hace frente a la tormenta. El maderamen del navío crujía con los fuertes vientos y el agitado oleaje, pero tras la tempestad viene la calma; el vendaval amaina, soplan vientos más dóciles y las aguas recuperan su calma habitual. Vendrán más tormentas, pero la tripulación sabía de antemano que la travesía de #MedellinFuturo no iba a ser fácil, y cada prueba les fortalece y reafirma su convicción. Y si retumban de los cañones enemigos, basta con mirar quiénes disparan y desde dónde lo hacen.
La opinión del autor de este espacio no compromete la línea editorial de Minuto30.com
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