La combinación del ala-pívot alemán Dirk Nowitzki y del escolta Jason Terry volvió a ser decisiva para que los Mavericks completasen otra remontada espectacular que les permitió ganar por 86-83 a los Heat de Miami en el cuarto partido de las Finales de la NBA.

La victoria sirvió a los ‘Mavs’ para empatar a 2 la serie al mejor de 7 y tener la posibilidad de ponerse por delante si el jueves consiguen el triunfo en el quinto partido, que también se va a disputar en su campo, el American Airlines Center de Dallas.

Nowitzki, a pesar de haber tenido 38,5 de fiebre antes del partido, volvió a ser el jugador decisivo en el cuarto periodo al conseguir 10 de los 21 puntos con los que concluyó el encuentro.

El ala-pívot alemán, que también logró un doble-doble al capturar 11 rebotes, superó una vez más a la defensa de los Heat en los momentos decisivos, sin importarle que antes y durante el partido tuviera que luchar con los efectos de la gripe.

El juego desplegado por Nowitzki hizo posible que los Mavericks, que estaban abajo en el marcador con un parcial de 74-65 y 10:11 por jugarse, lograsen un parcial de 21-9 que dejó por segunda vez a los Heat con la miel en los labios.

Junto a Nowitzki, el escolta Jason Terry, que aportó 17 puntos, también anotó dos canastas consecutivas para iniciar la reacción y remontada de Dallas en el cuarto periodo.

El pívot Tyson Chandler también jugó un gran baloncesto de equipo y defensivo al conseguir un doble-doble de 13 puntos y 16 rebotes, mientras que el escolta DeShawn Stevenson llegó a los 11 tantos.

El base puertorriqueño José Juan Barea, que salió como titular, también realizó una gran labor de equipo y aportó ocho puntos en los 22 minutos que disputó.

Barea anotó 3 de 9 tiros de campo, falló los dos intentos de triple, y estuvo perfecto 2 de 2 desde la línea de personal. El base puertorriqueño repartió cuatro asistencias y capturó tres rebotes.
El triunfo permitió a los ‘Mavs’ evitar caer a una desventaja de 1-3 en la serie, que nadie en las Finales de la NBA ha podido remontar.

Dallas ahora tiene asegurada la vuelta a Miami para disputar en el American Airlines Arena el sexto partido la noche del próximo domingo, y si fuese necesario el séptimo y definitivo, que está programado para el martes, 14 de junio.

Una vez más, los Heat no encontraron la forma de responder en los momentos decisivos del cuarto periodo cuando la figura de Nowitzki comenzó a surgir.

Los Heat habían tenido al escolta Dwyane Wade como al gran baluarte que realizó una notable labor hasta que le comenzaron a fallar las fuerzas y, como sucedió en el segundo partido sus 32 puntos, incluidos 13 en la primera parte, no fueron suficientes para evitar la derrota.

Además, con 6,7 segundos para el final, falló el control del balón y no permitió que el escolta Mike Miller pudiese hacer un tiro de tres puntos con el que intentaban conseguir al menos llegar a la prórroga.

Wade, que logró seis rebotes y puso dos tapones espectaculares, iba a tener el apoyo del ala-pívot Chris Bosh, que consiguió 24 puntos y seis rebotes, pero sólo ocho tantos fueron en la segunda parte.

El gran derrotado individual del partido fue el alero LeBron James, que anotó sólo ocho puntos después de fallar 8 de 11 tiros de campo, incluidos tres intentos de triples, capturó nueve rebotes y repartió siete asistencias.

Pero hasta que se le fue la inspiración encestadora a Wade en los minutos de gloria de Nowitzki, James había sido el hombre clave en la transición del ataque de los Heat que fue lo que le hizo daño a los ‘Mavs’.

Sin embargo, los Heat, que volvieron a demostrar que ya son un equipo consistente y sólido en defensa, les faltó una vez más la continuidad de su juego en los momentos decisivos, una concesión que Nowitzki, a pesar de sufrir los síntomas de la gripe y tener un dedo lesionado, aprovechó a la perfección.

Con información de marca.com

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