K. Watkins de 18 años fue condenado a cadena perpetua por estrangular a su hermana hasta causarle la muerte en Georgia, Estados Unidos. El joven, al parecer llegó del colegio y se dispuso a cambiar la contraseña del Wifi para poder jugar sin problema en su Xbox, ya que cuando había otras personas conectadas se ponía muy lento.
Tras una corta discusión con su madre, porque ésta quería sacar el el aparato de videojuegos de su pieza, su hermana se metió en la disputa para ayudar a su mamá. Por este hecho el asesino se abalanzó sobre ella y comenzó a estrangularla.
Nadie en la casa pudo impedir que el agresor desistiera de lo que estaba haciendo, y tras avisar a la Policía, los uniformados llegaron. No se pudo reanimar a la joven, que ya había muerto.
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