En ninguna de las cuatro estaciones de monitoreo del Laboratorio de Calidad del Aire (Calaire) de la U.N. Sede Medellín, se superó la norma de material particulado tras la implosión del Edificio Space.
SPACE DESTACADA

Carmen Helena Zapata, directora de Calaire, afirmó que a pesar de la gran nube de material particulado que generó la implosión, la baja velocidad del viento facilitó que este se quedara en la zona.

Entre las 7:00 y las 11:00 a.m. del pasado martes 23 de septiembre se programó la implosión de las cuatro torres restantes del Edificio Space. Esta tardó alrededor de seis segundos y, posteriormente, una nube de polvo quedó suspendida en el aire de la zona por cerca de diez minutos, dispersándose lentamente.

El material analizado fue concretamente el PM10 y el PM 2,5. El primero es aquel que tiene un tamaño menor a las 10 micras, mientras que el segundo es inferior a 2,5 micras. Precisamente, este último, al cual también se le denomina aerosol, es conocido por sus efectos adversos en la salud, ya que es fácil que llegue hasta los alveolos de los pulmones y ocasione fallas.

Para analizarlo, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y la Secretaría del Medio Ambiente encomendaron a Calaire la misión de vigilar la calidad del aire y la cantidad de ruido generado con la implosión.

Para este monitoreo, se usó la información de las estaciones ubicadas en Las Palmas (cerca de donde estaba el edificio), en el Poblado, en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid y la que está contigua a la Casa de la Justicia en Itagüí.

Monitoreo de ruido

Según José David Hurtado, ingeniero operativo de Calaire, además de la contaminación por partículas, se registraron niveles de ruido que estuvieron entre 97 y 116 decibles, alcanzando este pico durante 35 milisegundos.

El ingeniero explica que teniendo en cuenta que para este tipo de sucesos no se tiene ninguna normativa, no se contó con un valor de referencia comparativo. Sin embargo, se sabe que estar expuesto a un ruido con ese grado podría causar daños a la salud, aunque debido al corto tiempo, no representó ningún riesgo.

Para hacer una comparación más detallada, el laboratorio realizará un análisis completo del material particulado en el aire, en días previos y posteriores al evento, para realizar un cotejo de los cambios.

Los cerca de 35.000 metros cúbicos de escombros que quedaron tras la caída de las torres de apartamentos serán removidos de la zona en un par de meses, según informó la Alcaldía de la ciudad. Unimedios

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