
Marilyn Manson/ Tomada de Instagram: @marilynmanson
Fue en 1999 cuando dos chicos del instituto de Columbine, Colorado, ingresaron armados al colegio y mataron a doce estudiantes y a un maestro.
Aquel hecho, conmocionó a Estados Unidos y se llevó por delante la carrera de Marilyn Manson, luego de que se conociera que los homicidas escuchaban su música, hecho que terminó salpicando al artista como responsable.
Ahora, durante una entrevista para The Guardian, el músico recordó aquella época.
Tres años antes de que ocurriera la matanza, Manson había puesto el centro de la diana de la américa más conservadora con su edición “Antichrist Superstar”, un álbum que sacó la ira de los religiosos.
En ese disco, se asentaron las bases de todo lo que vendría en el futuro. Luego de conocerse que el par de jóvenes asesinos escuchaban su música, empezaron los chantajes, trayendo amenazas de muerte.
“Siendo sincero, aquello destruyó toda mi carrera”, asegura Marilyn Manson.
En esos años, a finales de la década de los 90, el artista era visto como una amenaza pública, un músico “poseído” que incitaba a los homicidios masivos. Fue odiado por millones de personas que no entendían que su arte fuese calificada como música y lo consideraron la peor influencia para la juventud, tanto así, que el portal afirma que en dicha época, un chico podría haber sido expulsado de la escuela si llevaba una camiseta de Manson.
Antes de que el público conociera las “falsas noticias”, Manson sabía de primera mano de qué se trataban. La Asociación de Familias Americanas llenó una página web con leyendas urbanas que señalaban a que en sus conciertos, se llevaban a cabo violaciones masivas, que regalaban drogas a los jóvenes, que se levantaban altares satánicos además de extraños rituales.
Todo eso desembocó en prohibiciones de sus shows y a la final, amenazas de muerte.
“Un día mi padre me dio el mejor consejo que me dieron en aquella época. Me dijo que si alguien iba a asesinarme no se molestaría en avisarme primero”, cuenta Manson al medio inglés. “De todos modos, me lo busqué”, confiesa el artista. “No haces un disco llamado Antichrist Superstar sin esperar que la gente te odie”, apunta.
Esta serie de hechos, desequilibraron Manson, que vio cómo sus conciertos se convertían en enfrentamientos entre seguidores y enemigos.
Pero el artista cerró ese capítulo y las personas han ido olvidando eso. Manson se centró en hacer música, y continuó grabando álbumes, ofreciendo giras y hasta actuando en la pantalla gigante.
Reconoce que tanto él como los tiempos han cambiado, y que la música ya no tiene la capacidad de mover las masas como lo hacía antes.
“Antes solía estar furioso, confundido y enfadado”, afirma. “Ahora creo que soy más feliz, feliz de ser como soy”, concluye.
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