La caída de Independiente Medellín frente a Nacional de Uruguay finalizó en escándalo, con pelea incluida y polémica arbitral. El atacante Luciano Pons, quien había empatado para el Poderoso, terminó fuera de casillas tras el compromiso y no tuvo pelos en la lengua para hablar del arbitraje del argentino Darío Herrera.
En diálogo con el programa Sport & Show, el delantero cargó contra Conmebol y aseguró que el arbitraje se encontraba comprado por el club uruguayo. El jugador argentino dijo que «Si quieren que no juguemos sean claros, no venimos a pasear».
Luciano indicó que estalló por cuenta de un integrante del Nacional que desde el banco estaba «insultando» y que además «me invitó a pelear al túnel».
Conforme a las versiones de prensa, se trataría de un preparador físico del equipo local: «Decía que éramos unos cagones, uno puteó a mi madre y me dijo que me esperaba en el túnel para pelear. Cuando finalizó el partido lo fui a buscar y en ningún momento apareció”, expresó Pons.
Ante la controversial jugada del segundo gol, que incluso revisó el VAR, dijo que «Es mano clara. Estoy al lado de Luis Vásquez (arquero) y si la pelota no pega en la mano, le quedaba para agarrarla». El atacante del conjunto antioqueño reconoció que tras el partido «Vimos fotos y videos después del partido y es claramente mano y no entendemos cómo no se cobra”.
Luciano Pons atizó la polémica al apuntarle a la Conmebol por la situación: «Se molestan cuando uno habla mal de ellos, pero el partido pasado (frente a Inter de Porto Alegre) nos robaron y hoy nos pasa de vuelta. Si quieren que no juguemos que sean claros, no venimos a pasear».
El delantero manifestó que el arbitraje «estaba comprado» y que «había mucha gente al lado del VAR y eran todos de Nacional, mientras que de nosotros nadie».
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— CONMEBOL Libertadores (@Libertadores) April 20, 2023