Puede resultar un poco prematuro dar una opinión del gobierno de Iván Duque a tan solo 53 días de su inicio, pero son tantas las expectativas que tiene el país con el desempeño de este gobierno, que dar una opinión propositiva, solo puede saciar en parte el anhelo generalizado que existe en Colombia para que al presidente le vaya muy bien y en consecuencia a todos nos vaya bien.

Sin lugar a dudas hay problemas muy profundos en nuestra sociedad y en nuestro país, pero es necesario priorizarlos. Lo fundamental decía Álvaro Gómez Hurtado es la ley, la moral, la justicia, el modelo económico y la ecología. Todo lo otro, por supuesto es de suma importancia pero es secundario.

Sin importar el orden de lo fundamental, en estos momentos de la historia, es necesario darle una gran atención y hacerle el más profundo análisis por parte del gobierno de Iván Duque, al tema económico y fiscal del país.

Indicadores económicos muy preocupantes hereda este gobierno y serán las políticas económicas del Presidente Iván Duque las que salvaguarden la economía de nuestro país. Históricamente nuestra economía fue manejada con criterios muy conservadores y los indicadores así lo demuestran hasta el último gobierno de Álvaro Uribe, pero esa tendencia en los gobiernos del Presidente Juan Manuel Santos cambio radicalmente. En materia de endeudamiento, Santos recibió el país con una deuda de US$64.000 millones de dólares y lo entrego con una deuda externa de US$127.000 millones dólares cercana al 40% del PIB, con un déficit fiscal de un 3,7% y un déficit comercial del 6,6%, uno de los más altos del mundo y de la historia de Colombia.

Esta verdad económica irreversible es necesario sanearla de manera paulatina, pero rápidamente y no necesariamente con más tributos. En los 8 años del gobierno anterior, el Gasto Público subió porcentualmente casi al doble de lo que creció el PIB y nos hemos dedicado a gastar y gastar, sin tener en cuenta lo que producimos y para sopesar el déficit que esto genera, el gobierno anterior se dedicó a imponernos impuestos que tienen muy desesperados al ciudadano del común y al empresariado que son los que mueven la estructura económica del país.

En muchos sectores se palpa la recesión, no hay liquidez y es necesario dinamizar la economía prioritariamente. Si bien es cierto que el gobierno puede generar políticas para activar la economía, estas casi siempre responden a estrategias de mediano y largo plazo y mientras tanto la caja puede lesionarse enormemente por el Gasto Publico desmesurado que tenemos.

Esto hace que sea prioritario la implementación de una gran Política de Estado para la reducción sustancial del Gasto Publico e implementar estrategias de austeridad en las instituciones del estado a todo nivel y no propiamente para obtener solamente la pequeña y tímida meta del 10% que anuncio el gobierno. Ese pequeño porcentaje escasamente contribuiría a reducir en parte el Déficit Fiscal Actual y las instituciones del estado seguirían en un engranaje desenfrenado de gastos y con gran ineficiencia. La mermelada que impuso el Gobierno de Santos junto con el clientelismo y la burocracia que creo, afectaron mucho la estructura económica del país y es necesario eliminarlas. Seguramente también será necesario llevar a cabo una reforma Tributaria, pero esta debe tener en cuenta a quienes afecta directamente, para no continuar lesionando a los sectores productivos del país y de esta manera evitar más malestar social por este concepto.

No se ha referido el Presidente Iván Duque a esta situación con la importancia que amerita, tampoco lo ha hecho su ministro Carrasquilla, a quien por lo demás las insólitas citaciones al congreso y los problemas de imagen que le han suscitado sus anteriores actividades no lo han dejado trabajar como es debido y eso debe empezar a preocupar porque afecta directamente la imagen y las metas bien intencionadas propuestas por Iván Duque en campaña. Algunos desafortunados anuncios del ministro solo pensando en crear más tributos como el IVA generalizado, que afectaría a los de menores ingresos, han generado mucho rechazo social y controversia al interior del gobierno. Es pertinente mucha prudencia y mostrar resultados estructurados rápidamente en materia económica.

Gran ejemplo y alarma, nos debe suscitar la parálisis que ha generado hoy en Argentina el manejo de su economía y su desbarajuste fiscal producto de su Endeudamiento Externo incontrolable, su Déficit Fiscal y su desmesurado Gasto Publico, en un país con prácticamente la misma población nuestra, con un PIB casi del doble nuestro de US$625.000 millones de dólares y una deuda externa de US$340.000 millones de dólares cercana al 54% del PIB.

Los países, las empresas y las personas se quiebran por los problemas del déficit en caja.

@PoliticaPuntual

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Redacción Minuto30

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