Un simple apretón de manos, presionar los botones de las máquinas dispensadoras de bebidas o de snacks, hablar por la bocina de su teléfono o celular, deslizar sus manos por las barandillas de las escaleras o simplemente teclear en su computador podría ser el inicio del contagio de un virus causado por las bacterias y los gérmenes que pueden encontrarse presentes en cualquiera de estas superficies típicas de una oficina.

Y es que la falta de higiene en los lugares de trabajo puede pro­piciar la aparición y propagaciónde enfermedades virales como los resfriados, la gripa y las infec­ciones gastrointestinales, que es­tán entre las principales causas de ausentismo laboral en las empre­sas y que constituyen un factor determinante en la pérdida de productividad de los empleados como lo señaló recientemente un estudio realizado por la firma Kim­berly-Clark Professional (KCP), una de las multinacionales líderes del sector de higiene, salud y seguridad en el trabajo.

De hecho, datos de la Or­ganización Mundial de la Salud, sostienen que en países tropi­cales, donde la gripa tiene su mayor auge en la temporada invernal, el ausentismo laboral originado por este virus, alcanza porcentajes entre el 10 y el 40 por ciento y ocasiona una dis­minución del 20 por ciento en el rendimiento de los trabaja­dores. Por su parte, el estudio de KCP afirma que el contagio de las infecciones en el ambien­te laboral se da porque el 72% de las personas asisten al traba­jo aun cuando están enfermas y por lo menos un 20% de los empleados ha contraído alguna vez una enfermedad en su lugar de trabajo.

Según el doctor Carlos Eduar­do Pérez, especialista en infectolo­gía de MedPlus, las oficinas resultan ser un lugar propicio para la pro­pagación de virus de origen respi­ratorio por tratarse de ambientes cerrados donde las secreciones que expulsan los pacientes al toser, estornudar o hablar quedan sus­pendidas en el aire y en las manos, principales receptoras de las gotí­culas infectadas y a su vez, medios de transmisión considerables.

Por otro lado, el doctor Pé­rez advierte que en los elemen­tos de uso cotidiano como com­putadores, celulares, archivos, escritorios, etc., pueden sobrevi­vir bacterias como estafilococos y enterobacterias. Las primeras generan abscesos en la piel cuan­do, por ejemplo, las personas se llevan las manos al rostro luego de haber tocado una superficie contaminada, una situación de especial atención, si se tiene en cuenta que una persona se toca la cara unas 16 veces por hora, según estudios realizados. Las segundas, por su parte, generan afecciones y problemas en el tracto digestivo y se adquieren cuando los empleados usan el baño, no se lavan las manos debi­damente y, luego, manipulan o consumen alimentos.

germenes medplus
“Un lavado adecuado y fre­cuente de manos disminuye la posibilidad de contraer alguna bacteria patógena hasta en un 95 por ciento”, asegura este especia­lista quien además calcula que al­rededor del 20 por ciento de las consultas que atiende están rela­cionadas con infecciones adquiri­das por los pacientes en su lugar de trabajo.

La responsabilidad a la hora de mantener limpias las oficinas no solo debe recaer en los encarga­dos del departamento de recursos humanos o de seguridad laboral. Cada uno de los empleados debería comprometerse a conservar limpia su zona de trabajo así como las herramientas que usa. Estas son algunas recomendaciones del doc­tor Carlos Eduardo Pérez, especialista en infecto­logía de MedPlus:

> Por lo menos una vez a la semana desinfecte su escritorio. Limpie el teclado de su computador, el mouse, las teclas y la bocina de su teléfono, así como cualquier otro elemento que pueda concentrar gér­menes. Puede hacerlo humedeciendo un paño limpio con alcohol o utilizando toallas húmedas antibacteriales que se consiguen en el mercado.

> Si su computador es de uso comparti­do, es aconsejable mantener el teclado cu­bierto con un protector lavable. Esto permite eliminar suciedades y polvo. Existen protec­tores que son antibacteriales.

> Dada la intensidad de uso y los diver­sos lugares donde se deja o se guarda, el celular es un receptor importante de bacte­rias. Los especialistas recomiendan asearlo con alcohol unas 2 o 3 veces al día.

> Evite guardar grandes cantidades de pa­peles, carpetas y objetos innecesarios. No solo acumulan polvo sino que se convierten en reservorios de virus, bacterias e incluso, hongos. Entre más limpio y ordenado un sitio de trabajo menos posibilidades de contraer algún tipo de infección.

> Usted puede conservar un dispensador de gel antibacterial en su escritorio. Así podrá mantener sus manos limpias durante la jor­nada laboral.

> El uso de tapabocas es indispensable cuando un trabajador está resfriado o tiene gripa, en especial, en los dos primeros días que corresponden a su periodo de máxima expresión viral. Es recomendable también evitar dar la mano o besos en la mejilla.

> Use preferiblemente loza desechable. Si conserva un pocillo para el café, evite compartirlo con otros y lávelo bien después de usarlo.

> Vacúnese anualmente contra la in­fluenza, sobre todo si su zona de trabajo u oficina tiene un alto tráfico de personas.

> Lávese las manos cada vez que manipu­le dinero. Este es uno de los elementos con mayores índices de contaminación debido a su gran rotación de mano en mano.


Fuente: Revista MedPlus
ED 83
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