Los 33 mineros rescatados en la mina chilena San José fueron recibidos como héroes el lunes en una ceremonia de homenaje en el palacio presidencial de La Moneda, en su primera visita a Santiago tras el exitoso operativo que los sacó desde una profundidad de 700 metros.

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La ceremonia de homenaje fue encabezada por el presidente Sebastián Piñera y asistió todo su gabinete de ministros, familiares, médicos, operarios y socorristas que participaron en la exitosa operación de rescate que se concretó el 13 de octubre, cuando uno a uno los mineros emergieron tras permanecer sepultados por 69 días.

Piñera obsequió a cada uno una medalla del bicentenario de la independencia chilena y una réplica en miniatura de la cápsula Fénix 2, el vehículo de metal en el que fueron izados a la superficie.

El mandatario también regaló una bandera nacional a cada uno de los 32 trabajadores chilenos y una boliviana a Carlos Mamani, el único extranjero del grupo.

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Las banderas, entregadas en el mismo orden en el que emergieron a la superficie, estuvieron en un altar montado en uno de los patios del palacio presidencial durante todo el tiempo en que los mineros permanecieron encerrados, tras el siniestro del 5 de agosto.

A la llegada y la salida del palacio presidencial, miles de personas aplaudieron a los mineros, que ingresaron a la casa de Gobierno uno a uno por una extensa alfombra roja, instalada especialmente para la ocasión.

AFP PHOTO/Martin Bernetti

La recepción emocionó a los trabajadores.

«Nunca pensamos que íbamos a recibir tanto apoyo. Me da escalofríos», señaló Jimmy Sánchez, de 19 años, el más joven del grupo.

«Esto es impresionante. Jamás pensamos que iba a haber tanta gente», dijo por su parte Franklin Lobos, ex futbolista y que se desempeñaba como conductor al interior de la mina.

Al tomar la palabra en la ceremonia, el presidente dijo a los 33 mineros: «Ustedes nos han ensañado a valorar lo que realmente importa» y los señaló como ejemplo de coraje.

El mandatario anunció además un «nuevo trato a los trabajadores», para aumentar los niveles de seguridad no sólo en la minería sino en todas las áreas.

«No vamos a dejar nunca más a ningún chileno atrás, porque aprendimos una lección», señaló Piñera.

Por los mineros, tomó la palabra el jefe de turno y último en salir del yacimiento, Luis Urzúa. «El trabajo fue arduo. Fueron más de 70 días de emoción, trabajo y pena», afirmó.

«Gracias a Chile y a todo el pueblo que oraron por nosotros. Estamos totalmente agradecido de todos ustedes, de todos los que lucharon por nosotros. Fue algo que no nos imaginábamos. Gracias a Dios estamos libres y la minería ha quedado en un lugar muy alto», señaló Urzúa.

Los mineros lucían de buen humor, pese a que algunos han evidenciado problemas de angustia en los últimos días.

«Los veo contentos. Algunos aún no han conseguido el descanso que necesitaban, pero lo toman con humor. Ha sido maravilloso verlos integrados a sus familias», comentó Alberto Iturra, el sicólogo que los apoyó durante su encierro, presente también en la ceremonia.

«Sería ingenuo no pensar que ellos no van a pasar momentos difíciles, de mucha angustia. Hay preocupación más intensa por algunos de ellos, pero están con buen tratamiento sicológico», señaló por su parte el ministro de Salud, Jaime Mañalich.

Todos los trabajadores se dirigieron luego hasta el estadio Nacional, para disputar un partido de fútbol contra el equipo Operación Rescate, formado por autoridades y socorristas liderados por el presidente Piñera.

El duelo terminó 3-2 a favor de los 33 homenajeados, cuyo cuadro Esperanza vistió camisetas blancas.

Antes de abordar el bus que los traladó al recinto deportivo, los mineros se acercaron hasta la cápsula Fénix que se exhibe desde hace una semana en el frontis del palacio presidencial para tomarse una fotografía.

SANTIAGO, 25 octubre 2010 (AFP)

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Redacción Minuto30

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