Desde diciembre del 2021 Cornare estaba investigando la genética de un supuesto lobo enjaulado en una finca de Rionegro y los resultados establecieron que se trata de un híbrido: un cruce entre perro y lobo.
Por esto tendrán que intervenir varias entidades además de Cornare, como la Administración Municipal de Rionegro y la Policía Nacional, debido a que se presenta una situación en la que el animal no es completamente silvestre, pero tampoco doméstico.
Para determinar cuál es el escenario más apropiado para el perro-lobo, se conformará un comité técnico y bioético en el que se incluirán a expertos biólogos, médicos veterinarios, abogados, entre otros.
El comité también estará conformado por la Gerencia de Bienestar Animal de la Gobernación de Antioquia, la Veeduría Ciudadana y la Secretaría de Hábitat de Rionegro.
También se realizó la invitación a la Fiscalía General para que ayude a la investigación y a la Procuraduría Ambiental y Agraria para que “sea veedora de la aplicación de las garantías constitucionales de las partes involucradas”.
En cuanto a la posible imposición de medidas sancionatorias al hombre que tiene el perro-lobo, el veedor ciudadano de Rionegro, Carlos Osorno Uribe, indicó que este no logra determinar cómo consiguió al híbrido y cómo lo entró al país.
Por su parte, Corantioquia indicó que espera sentar un precedente técnico y normativo, ya que casos como estos pueden representar un riesgo biológico y un potencial invasor que podría poner a especies nativas, fauna doméstica y personas en peligro.
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