Yo vi auxiliares de enfermería en mi práctica clínica atendiendo partos,suturando heridas y haciendo el abordaje inicial de muchas urgencias mientras llegábamos los médicos a las sala de urgencias,con una atención humanizada y brindando Amor a sus pacientes.

Vi a muchas salvando vidas fruto de su pragmatismo en lugares donde nunca ha ido un médico.

Vi muchas enfermeras silenciosamente brindándole apoyo económico a pacientes sin familia ,llevándoles ropa,elementos de aseo personal y hasta algún gusto gastronómico que los médicos prohibimos.

También vi que si el Amor puede curar,ellas lo harían como si aplicaran un tratado de medicina interna .

Y vi que la enfermería es como una manía, una fiebre de origen desconocido,una enfermedad incurable que una vez contraída no se puede curar.

Vi que son la hospitalidad en el hospital.

Y vi que la atención constante de una buena enfermera es tan importante como la mejor operación de un cirujano.

Vi que las enfermeras son solo personas pacientes.

Vi que nos enseñaron que no debemos tratar una enfermedad sino un paciente que la sufre.

Yo vi a mujeres embarazadas avergonzadas en la sala partos por su falta de higiene y vi a auxiliares y enfermeras bañándolas, cortándoles las uñas y escuchar en sus propias palabras el agradecimiento por la ayuda “mi bebé nacerá limpio gracias a ti”.

Vi enfermeras ayudando en necropsias no sin antes rezar un padre nuestro por el eterno descanso y las vi al final de la necropsia como vestían y maquillaban al difunto para q su familia menguara su dolor.

Y también vi cómo evaluaban a un paciente harapiento y maloliente sin náuseas algunas brindándoles una trago amoroso y digno.

Vi a una enfermera haciéndose pasar por madre de una señora con Alzheimer, que en sus peores días le pidió perdón a su madre y la enfermera respondió que la perdonaba y la amaba y vi gratitud en un abrazo entre madre e hija, y alivio prolongado antes de partir.

Vi a las auxiliares de enfermería completamente manchadas de vómito mientras sostenían la cabeza de un niño en una crisis, para que no se sintiera solo, vi a las enfermeras levantar pacientes el doble de su peso y bañarlos para que se sintieran mejor y más frescos.

Vi muchas veces como insistían y les brindaban ellas mismas el alimento a pacientes que no querían más vivir.

Vi a un bebé mortinato ser recogido por la enfermera, bautizarlo en nombre de Dios y después darle un baño tibio y acogedor, la vi poniéndole la ropa, la vi arreglando su cabello, para que la madre que insistía en ver su pequeño hijo lo viera limpio y hermoso.

Vi cómo con gran destreza sugieren tratamientos o corrigen errores que nuestros egos medicos no pueden ver.

Vi enfermeras ir a buscar pastores y sacerdotes y hacer todo para que el paciente se sintiera más cómodo con la visita de autoridades religiosas de sus respectivas religiones.

Vi enfermeras en emergencias no pensar dos veces para arriesgar su vida corriendo a abrazar a un paciente con una enfermedad altamente contagiosa que se estaba desmayando, simplemente para sostener su cabeza y no dejar que tuviera un posible traumatismo cráneo encefálico y he visto muchas enfermeras doblar turno por falta de personal dejando en casa hijos, esposo, y una familia comprometidas con su ética.

Y también las vi luego de un largo turno nocturno de 12 horas continuar con sus labores como madre y dándole protección a sus hijos.

Vi cómo con letra legible escribían el nombre del medicamento debajo de los garabatos que nos caracterizan a los médicos.

Si hay una profesión más humana y honorable que la Enfermería, perdóneme, pero no la conozco.

… Y hasta también vi el espíritu de la monja enfermera pasearse por todas las salas de hospitalización de todos los hospitales !!

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Redacción Minuto30

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