Escuchando las diversas intervenciones de los prejubilados del narcoterrorismo se puede concluir sin miedo a equivocaciones, que estos individuos se quedaron con extractos del discurso de Marx (Tréveris, 5 de mayo de 1818-Londres, 14 de marzo de 1883) de fines del siglo 19 y lo peor es que, sin acabarlo de entender, lo usan como única argumentación válida y sin la actitud de escuchar o analizar los argumentos de la contraparte. Se comportan como loros machos (“si fuesen hembras discutirían”) que repiten y repiten lo que escucharon y se aprendieron de memoria; si los quieren sacar de ese discurso se convierten en lo que son: Unos trogloditas intelectuales y sociales cuya única defensa es atacar, amenazar e intimidar a la persona en vez de debatir sus ideas

Algunos de ellos un poco menos retrasados en el conocimiento prefieren eludir los debates cuando les ponen al frente personas que los pueden desnudar y mostrar cuanta ignorancia de la vida actual se guarda celosamente en esas mentes, que se quedaron con filosofías caducas e ideas cavernarias sobre la sociedad actual.

Que la pobreza, que la explotación, que la mala salud, que el subdesarrollo, que la esclavitud, que los malos salarios, que la tenencia de la tierra y en fin todos esas frases llenas de lugares comunes que dicen nada, son sus postulados trasnochados y sin fundamento. Eso sí para ellos es primordial imponer la dictadura del proletariado.

Tanto tiempo en el monte los dejó escasos de conocimientos y ahora que pueden hablar delante de los medios y sin temor a un ataque del ejército, están desbocados y lenguaraces como una senadora del partido verde que cada que habla la embarra hasta el punto de que se está volviendo insoportable y despreciable como persona. Los podrían juntar para que entre todos ellos y esa supuesta precandidata se muelan a los insultos y decantar la porquería que los acompaña. Claro que si se quita esa mugre no queda nada diferente a uno seres ignorantes e inseguros que tienen poco para aportar y mucho para esconder.

Como desde hace rato su trabajo consiste en cargar un arma y con ella conseguir lo que se quiere, así se están comportando en estos pocos días en los cuales se sienten libres como pajaritos que se salieron de la jaula; andan revoloteando sin parar y sin saber cómo se consigue la comida.

Por ahora están medrando del estado y pretenden que este los siga sosteniendo de por vida. Quieren casa, carro, beca, alimentación, medicina y vestuario de por vida sin realizar ningún esfuerzo diferente a no empuñar un arma para originar la violencia que ellos y solo ellos, son capaces de generar.

Da asco escucharlos, originan rechazo y nauseas pero si en verdad queremos librarnos de ellos se les puede dar cuerda para que se enreden y se ahorquen. Discernir para ellos es una palabra y una aptitud desconocida y por ende quien con algo de conocimientos los escuche, entenderá que de ahí no sale sustancia suficiente para un caldo aguado. Sí de esos caldos de pollo en donde este “pasó volando”.

Estos individuos tienen síntomas similares a los del espurio. No entienden lo que dicen, se contradicen, mienten sin vergüenza, se desdicen sin reato y si no tienen telepronter no alcanzan a expresar una idea completa y clara. Claro que usar esa ayuda requiere un nivel de lectura superior al quinto grado.

Postre: Ese ciego lee, pinta e insulta. Sería un compañero ideal para la gritona del partido verde. Muy buena fórmula para la vicepresidencia. Ni ellos votarían por ellos.

Pluscafé: Para conseguir el perdón se requiere arrepentimiento real y para que esto exista se deben reconocer los errores y estos señores hasta hoy, no han demostrado ni arrepentimiento ni reconocimiento de sus equivocaciones.

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Redacción Minuto30

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