
Foto archivo de un criminal en prisión.
Con el fin de evitar el accionar de la ley, un hombre quiso engañar a la policía y fingió ser mudo para no dar su confesión por el asesinato de un tío de su esposa en 2005.
El asesino huyó de la región Hangzhou, en China, y se instaló al norte, en Anhui, donde adoptó una nueva identidad y comenzó a trabajar en la construcción.
Tras 12 años evadiendo el castigo, finalmente la justicia llegó. Sin embargo, por llevar a cabo su engaño, el hombre perdió el habla.
Esto ocurre porque las cuerdas vocales son, técnicamente, un músculo, y si no se utilizan se pueden atrofiar. No obstante, esto es reversible con terapia.
Tras seguimientos y pesquisas, la policía detuvo al hombre que fue identificado escuetamente como Zeng. En el empeño de determinar quién era, en octubre pasado se le tomaron muestras de sangre para un análisis de ADN, y así descubrió la policía que su ‘huella genética’ se parecía mucho a la de los padres de un asesino buscado durante 12 años.
Zeng finalmente confesó por escrito.
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