En Colombia tenemos alrededor de 23 millones de trabajadores y aproximadamente una 4% de ellos están sindicalizados; de estos hay un buen porcentaje que no está dentro de los que ahora promueven el paro que quiere torpedear el desarrollo del país con propuestas gaseosas y sin fundamento lógico. En resumen esos integrantes del comité de paro representan una gran minoría de los trabajadores.

De otro lado tenemos una cifra cercana al millón de estudiantes dentro de la universidad y muchos otros que están aprovechando las facilidades de la Red para adelantar estudios más económicos y en algunos casos especializados o más pertinentes y apropiados para sus habilidades, motivados además por las facilidades de horarios y la posibilidad de trabajar paralelamente.

A esto se aúnan otros factores que tienen que ver con la calidad de la educación en los pregrados, muy ínfima por cierto, la gran cantidad de materias intrascendentes y sin aporte real a los intereses del estudiante que solo originan costos y poco aportan a los conocimientos indicados y necesarios para las diversas disciplinas. A la universidad se llega a estudiar profesionalmente y el estudiante debe llegar con los fundamentos básicos y necesarios para la convivencia y el respeto. En resumen debe llegar educado.

Y es ahí en donde tenemos una gran deficiencia puesto que quienes están obligados a entregarles los fundamentos básicos de comportamiento y urbanidad poco saben del asunto, ya que se dedicaron a conseguir prebendas sindicales y poco se preocupan por prepararse como educadores. Ellos antes que nada buscan los motivos para protestar. Es un hecho comprobado por los resultados de las evaluaciones de nuestros estudiantes en las pruebas Pisa.

La incomprensión de lectura, las incapacidades de la lógica matemática, la escasa inteligencia emocional, el no asumir la responsabilidad y las consecuencias de los actos y el estar buscando culpables por fuera de cada uno, son simplemente las consecuencias de la mala educación que tenemos en nuestras escuelas y liceos.

Es preocupante, pero en esta era del conocimiento universal, los educadores están llegando a un facilismo extremo y en vez de transmitir conocimientos, se dedican a pedir investigaciones que los jóvenes realizan sin ningún control y el copie y pegue es la constante. No Leen, No Entienden, No Analizan y por ende NO APRENDEN.

Ante esta esta realidad tenemos entonces futuros trabajadores con formación deficiente que pretenden conseguir por la fuerza del número lo que no pueden con su trabajo eficiente y productivo, profesionales con altas fallas en sus conocimientos y poco sentido de responsabilidad hacia sus empleadores y ante este panorama el progreso social se estanca puesto que el motor del desarrollo trabaja en ralentí.

Esos son los que ahora están en paro y si empezamos a buscar responsables primigenios de las situaciones de inequidad que estamos atravesando, podemos concluir que muchas de ellas se originan en la materia prima que se está forjando en las familias, escuelas y colegios que están formando seres irresponsables, escasos de ética, irrespetuosos y con muy poco sentido de pertenencia que los lleva a convertirse en logreros inmediatistas antes que en perseverantes empresarios.

Y si vemos cuál es verdad la representatividad de los del paro, podemos concluir sin miedo a equivocarnos que son tan minoría como esas que pretenden que las sociedades se acomoden a sus exigencias y que lo que es la excepción, de convierta en norma universal.

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Redacción Minuto30

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