Resulta bastante particular que la nulidad de la orden de captura a Carlos Mattos emitida por un juez, la columna de Daniel Coronell en su contra y el comunicado de la Fiscalía anunciando la apertura de dos nuevos procesos al empresario, se hayan dado en un margen de menos de dos días. Resulta extraño porque la decisión del juez del primer caso se dio el pasado jueves cuando caía la tarde, un día antes de que Coronell tuviera que enviar su columna a la revista Semana para ser publicada el sábado, y 30 horas antes de que la Fiscalía, a través de un comunicado público, notificará a Mattos de sus nuevos procesos.

De igual forma, es difícil entender el contradictorio sentido de la columna del periodista, que sostiene que Néstor Humberto Martínez era el apoderado del empresario colombo-español cuando este supuestamente sobornó a una juez, y dando casi que por hecho que los dos siguen siendo cómplices en la actualidad, pero al tiempo reconociendo en sus redes que es el Fiscal General el principal persecutor de Mattos, pues desde que está en su cargo no ha hecho sino abrirle más y más procesos. ¿Qué clase de «amistad» es esa?

Así mismo, la columna de Coronell sostiene que la jueza recibió la suma de 100 millones de pesos por ordenar una inspección que era legal y que estaba bajo su responsabilidad hacerla. Según nuestro código penal, ese delito se llama concusión y se da cuando un funcionario público soborna a un particular a cambio de que este haga su trabajo.

Coronell también afirma en sus redes sociales que Carlos Mattos le pagó a dicha juez, sin ni siquiera tener pruebas fehacientes en su contra y sin que haya una sola condena de por medio. ¿Acaso son los periodistas quienes dictan sentencias en Colombia? ¿Dónde queda el trabajo de los jueces?

Por su parte algunos «tuiteros» han señalado que fue precisamente Carlos Mattos quien hace meses envió escritos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, solicitando medidas cautelares en su favor, basado en el «evidente», según él, conflicto de intereses de Martínez en su caso, pues él siempre ha señalado que fue su abogado en el pasado y que su relación finalizó en muy malos términos. Por eso cuesta entender que Semana dé esa noticia como si fuera una primicia actual y no un hecho que Mattos lleva meses denunciando ser víctima.

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Redacción Minuto30

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