Para nadie es un secreto que la vida útil o profesional de un futbolista es corta, es por ello que por lo general todos buscan la manera de hacer buenos contratos que le permitan asegurar un buen futuro.

Respetar la decisión de un jugador referente de querer abandonar una institución por mejores condiciones salariales es más que justo y debería estar en la conciencia del hincha por mucho malestar se le genere.

Que el fútbol es un negocio es verdad y tampoco es un secreto, pero igual también es pasión donde las emociones y el sentimiento que genera son a veces difíciles de explicar.
Infortunadamente esa mezcla de negocio y pasión que le genera al amante del fútbol especialmente al fanático, es a veces injusta para el jugador que le toca sufrir en carne propia el rechazo cuando pasa de un equipo a otro y más si es de la misma plaza.

Ejemplos existen muchos y solo bastaría recordar en la historia reciente del Deportivo Independiente Medellín a un Carlos Castro, Diego Álvarez, Andrés Orozco, Gilberto “Alcatraz” García o Daniel Bocanegra entre muchos, que pasaron al Atlético Nacional.

Igual existen casos donde ha pesado más el sentimiento que el mismo dinero y si bien no podría afirmar que existió un interés en su momento para un posible fichaje, nunca me hubiera imaginado a un “Choto” Cortes, “Choronta” Restrepo, “Mao” Molina o David González vistiéndose de verde Nacional.

Sin ir muy lejos tampoco me imaginaría en estos momentos al “matador” Germán Ezequiel Cano cantando un gol con la casaca del verde paisa.

Respeto y de qué manera la decisión de un jugador de querer irse hasta para el mismo rival de patio, pero no comparto que al Deportivo Independiente Medellín llegue un jugador que ha osado burlarse de la poderosa hinchada y más de nuestro equipo.

La ‘sagrada’ se respeta y si un jugador se quiere ir por asuntos económicos a otro equipo y más si es al Atlético Nacional, bien ido sea. Estoy más que seguro que la poderosa hinchada entendería una partida pero nunca un retorno.

En momentos de negociación y de terminación de contratos que se presentan por estos días, existen muchos intereses económicos pero también pasiones por parte de la poderosa hinchada por lo que un jugador como la misma dirigencia del Deportivo Independiente Medellín deben tener conciencia que no solo se hace un negocio, también se toca una pasión y esa a veces tiene más peso que un simple traspaso.

@emecorrea

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Redacción Minuto30

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