Con todos los hechos de violencia que han sucedido alrededor de estos días, solo preguntas y más preguntas rondan en la cabeza de muchos de nosotros, principalmente que es lo que nos pasa y porqué tanto rencor y odio reprimido.

Somos un pueblo que desafortunadamente llevamos muchas décadas de violencia de todo tipo: por política, por religión, por abuso, por narcotráfico, por clases sociales, por machismo, por un pedazo de tierra, por dinero, entre otros y lo que aflora es una realidad ya reconocida por todos nosotros, la cual es que desafortunadamente la violencia engendra más violencia, dejando resentimientos y heridas incurables para la mayoría de los afectados.

En los años cincuenta y parte de los sesenta, en Estados Unidos se demostró que sin necesidad de la violencia se pueden lograr grandes cosas cuando el pueblo se une ante un malestar generalizado, pues las inconformidades se deben manifestar pero hay que saber hacerlas.

Era la época de la SEGREGACIÓN RACIAL, donde los negros y las etnias, seguían siendo vistos como seres inferiores al resto de los ciudadanos norteamericanos, completamente los marginaban y por supuesto el estado no los veía con los mismos derechos que a los blancos, incluso los clasificaban bajo un lema muy nocivo “SEPARADOS PERO IGUALES”, esto lo promulgaban todo el tiempo y hasta los mismos afro estadounidenses se les iba entrando en su inconsciente esa información, lo cual significaba que si por ejemplo en una cafetería habían negros y llegaba gente blanca, ellos inmediatamente, tenían que desocupar el lugar, incluso saliendo por la puerta de atrás; por varios cientos de años se habilitaron espacios que eran solo para los negros y así siempre estar separados, donde las autoridades actuaban inmediatamente capturándolos y hasta maltratándolos por no cumplir con la ley. No podían votar, les pagaban menos que a los demás por las mismas actividades laborales, no podían ser directivos o ir a la misma escuela, e incluso los niños blancos eran adoctrinados para no tratar con ellos o contemplarlos como seres inferiores.

Todo lo anterior hizo que un día la gente se organizara e inmediatamente brotaron grandes líderes como Martin Luther King, quien desafortunadamente fue asesinado por racismo y expresar lo que sentía en nombre de muchos otros, pero él y otras personas crearon un gran movimiento basado en la no violencia con acciones concretas como el no utilizar más los buses públicos y preferir caminar varias horas hasta su sitio de trabajo, lo cual hizo que no fueran viables económicamente hablando, que los buses siguieran rodando por la ciudad, dando un golpe grande a las finanzas públicas, también multitudinarias marchas y protestas pacíficas, como también el hacerse privar de la libertad pero en grandes números de personas por estar en lugares prohibidos ante esa cultura de segregación. Todo ello fue fundamental para lograr que el estado legislara a favor de la verdadera igualdad y antes de ser asesinado en la época de los sesenta el presidente kennedy logró elaborar ese histórico documento, aunque fue puesto en marcha por su sucesor, cambiando la historia que venía siendo igual por más de trescientos años.

En el año 2008 apenas se logró elegir el primer presidente negro lo cual hace ver que la lucha no es fácil ni rápida en su proceso, pero sin embargo al mantener una ideología clara y una unión sobre intereses colectivos y no individuales, los resultados tarde que temprano se dan.

Este resumido relato nos debe llevar a varias reflexiones como es saber que no hay luchas imposibles, que el manifestar lo que se siente no significa dividir a la comunidad como algunos inmediatamente terminan argumentando, por el contrario, hace que la gente tenga todos los insumos y se visibilicen las causas que generarán los efectos, buscando no caer en una sumisión colectiva, también nos inspira a pensar que siempre hay que perseverar, que no debemos tolerar, ni alimentar la violencia ni de unos ni de otros, pero que es sano protestar y mostrar nuestros descontentos, así te conviertas en el objetivo visible para que los otros busquen contrarrestar la situación e intenten neutralizarte, también el evidenciar que el estado y las leyes no siempre tienen la verdad absoluta y que por encima de todo debe estar el bienestar general del pueblo; que la indiferencia es la peor fatalidad, pues al principio pensamos que no es con nosotros pero al final tarde que temprano terminará afectando a la persona, a su familia y a su modo de vida.

Hagámonos sentir a través de nuestros argumentos y no a través de los golpes, de nuestras palabras e ideas más que de los insultos y descalificaciones a la persona, así como de nuestra creatividad colectiva y sincera, recordemos que al final, todos somos colombianos y seres humanos con familias que nos esperan en casa.

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Redacción Minuto30

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