La misión BepiColombo captó esta vista de Venus en la madrugada del 15 de octubre mientras la nave espacial sobrevolaba el planeta. La imagen fue tomada a las 03:37 GMT, poco antes del mayor acercamiento al planeta. En el momento de la toma de la imagen, la nave espacial estaba a menos de 14.000 kilómetros de Venus. EFE/ foto cedida por ESA/BepiColombo/MTM, CC BY-SA 3.0 IGO

La misión BepiColombo acaba de completar el primero de los dos sobrevuelos alrededor de Venus necesarios para ajustar su rumbo hacia el planeta más interior del sistema solar, Mercurio.

El momento de máximo acercamiento tuvo lugar esta madrugada a las 03:58 GMT (05:58 CEST), cuando la nave quedó a unos 10.720 kilómetros de la superficie del planeta, informa en un comunicado la Agencia Espacial Europea (ESA), responsable de esta misión junto a la agencia japonesa JAXA.

La misión, lanzada el 20 de octubre de 2018, precisa de nueve maniobras de asistencia gravitatoria -una alrededor de la Tierra, dos alrededor de Venus y seis alrededor de Mercurio- antes de entrar en la órbita de este último en 2025.

Durante estos sobrevuelos se aprovecha la atracción gravitacional del planeta correspondiente para alterar la velocidad y la dirección de la nave, lo que, con ayuda del sistema de propulsión eléctrico de tipo solar, permite a BepiColombo dirigirse a la órbita de Mercurio sin ser atraída por la enorme fuerza gravitatoria del Sol.

El primer sobrevuelo, alrededor de la Tierra, se produjo el 10 de abril de este año y permitió obtener «imágenes espectaculares» de nuestro planeta.

«Para la maniobra sobre Venus, la gran mayoría de los preparativos durante los últimos tres meses los hemos llevado a cabo por teletrabajo (por la covid), con el personal mínimo imprescindible disponible ‘in situ’ durante el sobrevuelo para garantizar el funcionamiento seguro de la astronave», explica Elsa Montagnon, responsable adjunta de operaciones de la nave BepiColombo de la ESA.

Según esta experta de la agencia europea, «el sobrevuelo como tal ha sido un éxito».

BepiColombo, con participación de la industria y tecnología españolas, analizará la estructura interna de Mercurio y la generación del campo magnético, así como los fenómenos químicos de la superficie, como el hielo que se encuentra en los cráteres de los polos, en permanente sombra y donde se pueden alcanzar los 180 grados bajo cero -en Mercurio también se sobrepasan los 400 grados-.

Estas temperaturas extremas es lo que hacen de esta misión una de las más complejas de la ESA.

BepiColombo consta de dos orbitadores independientes, el Orbitador Planetario de Mercurio (MPO, por sus siglas en inglés) y suministrado por la ESA y el Orbitador Magnetosférico de Mercurio (MMO), suministrado por la agencia espacial japonesa, JAXA. Madrid, 15 oct (EFE)

Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio