La Maldición de las encuestas

Vengo siguiendo el debate electoral de Antioquia para aprender porque me apasiona la política y porque veo que la mujer exige muchos derechos pero se mantiene apática de la práctica política.

Por: Alicia López Echavarría

La verdad empiezo a sentir desengaño y desánimo de seguir.

El dinero lo pervierte todo. Las encuestas se han vuelto un negocio que satisface a quien pague. Las encuestas y la prostitución son similares. Menos daño hace la prostitución que una encuesta manipulada. Una encuesta política manipulada atenta contra la libertad de elegir  y ser elegido; es un delito porque muestra la realidad falseada e intenta falsear la libertad de pensamiento.

En esta campaña ya llevamos casos aberrantes de manipulación de encuestas que da tristeza que el gremio de los encuestadores puedan caer en la prostitución de las encuestas; están cayendo de científicos encuestadores a manipuladores profesionales. El más aberrante de todos fue que Datexco le dio el 42% de intención de voto a un candidato de la U que ya no está en la contienda. Fue risible y vergonzoso; nadie seria volvería a creerle a esa empresa.

Acaba el Instituto de Opinión de presentar una encuesta donde los candidatos de la U les da el 18% de intención de voto cuando hace 8 días  todas
las encuestas les da cerca del 3%. La realidad es que esa empresa encuestadora le pagaron por dos lados. Un medio de comunicación los contrató y Federico Gutiérrez y Carlos Mario Estrada o sus patrocinadores pagaron, otro soborno.

La firma encuestadora preguntaba: Votaría usted por el candidato a la gobernación del Presidente Álvaro Uribe, Dr. Carlos Mario Estrada?. Y en la Alcaldía preguntaba similar aseverando el adjetivo de que Álvaro Uribe el expresidente lo apoyaba.

Qué vergüenza que las empresas encuestadoras se presten para manipular la opinión. Hacen quedar mal al presidente Uribe por que quien tiene el 18% de intención de voto es el Presidente Uribe y no los candidatos de la U.

Y que mal parada queda la U y sus candidatos que quieran subir falsariamente en las encuestas a punto de traspisonadas propias de las peores costumbres políticas.

Estos son los nuevos políticos; pobre partido de la U; pobre país. Que bueno que el Presidente Santos conociera estas prácticas malignas para ver si los regaña o si se va de la U.