La justicia, el regalo de navidad

Días antes de la época de sembrina, los testimonios de Mónica y Lucía, dos mujeres reclutadas por las Farc cuando eran tan solo unas niñas, nos alertaron sobre la posibilidad de revictimización que viven hoy muchas de las víctimas de las Farc.

“Me dijeron que podía ayudar a mi familia. Llegué me pusieron uniforme arma y me aplicaron anticonceptivos para evitar un embarazo. El medicamento no sirvió y a los seis meses descubrí que tenía un mes y me llevaron a abortar»: Mónica Martínez, niña reclutada por las Farc

«En el Bloque Sur de las Farc al mando de Edgar Tovar, Fabián Ramírez y Joaquín Gómez llevaban a las niñas embarazadas al caño de Yanamaru Putumayo. Allí los cubanos practicaban cientos abortos. El caño era una corriente de sangre»: Lucía, joven que escapó de Farc.

Uno de los crímenes mas atroces, mujeres violadas y obligadas abortar, que vieron correr el pasar del tiempo, esperando justicia, justicia que hoy a diciembre de 2017 no ha llegado.

Tres graves delitos que hoy parecen quedar impunes, tras un pacto entre un Presidente que desconoció la voluntad popular y unos victimarios que a la fecha no brindan garantías de no repetición. Al igual que a Mónica y a lucía, a más de 11.500 niños les robaron su niñez, el placer de disfrutar la navidad al lado de sus familias, durante años a estos niños los obligaron a cambiar el regalo del Niño Dios por un fusil y hoy esperan justicia, y quizás sea esa justicia el mejor regalo que puedan recibir de navidad.

La niñez en Colombia hoy lamentablemente esta inmersa en el peor delito, el abuso sexual. El mas reciente informe de medicina legal revela que en el 2017 aumentó un 14% los casos de abuso sexual. De 22.519 casos registrados este año, más del 80%, 19.592 fueron contra menores de edad, y aun más preocupante, 9.240 fueron contra niños de tan solo 10 a 14 años. Cifras que no son muy exactas, pues omiten los violaciones perpetuadas este año por miembros de las Farc, grupo que a la fecha no da noticia de más de 2.800 niños que se encontraban reclutados al iniciar los diálogos de paz.

Nuestros niños en grave peligro, por victimarios que hoy disfrutan de la impunidad; impunidad a causa de la benevolencia del Presidente Santos, que en lugar de velar por la justicia, ofreció a las Farc curules a cambio de cooperar por un Nobel de Paz. Impunidad a los otros victimarios que hoy disfrutan en la calle, a causa de un aparato judicial incapaz de impartir justicia.

La justicia que cojea hacia las víctimas más indefensas de la sociedad, los niños.

Cadena perpetua es un clamor valido, lamentablemente hoy en nuestro país muchas de las víctimas no han contado con la posibilidad de ver a su victimario tras las rejas, quizás mientras no hayan penas severas, no habrán jamas en Colombia garantías de no repetición.

La justicia será el mas grande regalo de navidad que pueden recibir los niños víctimas de violencia sexual, justicia para los padres de los niños violados, como la tuvo los padres de Yuliana Samboní, justicia para los niños que hoy afrontan el más grande trauma que marco su niñez, la violencia sexual. Violadores en la carcel, pagando por su crímenes; y justicia para las mujeres víctimas de la violencia sexual de las Farc, que hoy afrontan el flagelo de no haber disfrutado su niñez y de haber sido violadas de manera sistemática durante años. Justicia para ellas, que hoy son revictimizadas al ver su victimario disfrutar de los beneficios de la impunidad que les otorgo el gobierno de Juan Manuel Santos, gobierno que esta próximo a terminar, pero que hoy deja a victimarios como Pastor Alape en la calle, celebrando la navidad, entre risas y fiestas, mientras mujeres como Monica y Lucia aclaman justicia.

Que mejor regalo de navidad, que los victimarios de abuso sexual vayan a la cárcel, cadena perpetua para violadores y que esas diez curules que el gobierno generosamente le regalo a los victimarios sean cedidas a las víctimas de abuso sexual de las farc, que esas mujeres que hoy hacen parte de la Fundación Rosa Blanca, tengan verdadera justicia, reparación y garantías de no repetición. Justicia, el regalo aclamado en esta navidad.