Con el 53% de los votos, un porcentaje mayor del que le daban las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, bajo la coalición “Juntos Haremos Historia”, se convirtió en el primer representante de la izquierda en llegar al máximo poder ejecutivo Mexicano.

La tercera es la vencida. El pasado domingo 1 de julio, se llevaron a cabo los comicios para elegir el sucesor de Enrique Peña Nieto del PRI (Partido Revolucionario Institucional), en la Presidencia de los Estados Unidos Mexicanos, donde, alejado del comunismo y bajo tesis progresistas Andrés Manuel López Obrador, logra llegar bajo la coalición “Juntos Haremos Historia” con Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), el PT (Partido del Trabajo) y el PES (Partido Encuentro Social) a la Residencia Oficial de Los Pinos, tras haber intentado ocuparla en dos ocasiones, primero en el 2006 como candidato de la coalición “Por el Bien de Todos” y después en el 2012 por la coalición “Movimiento Progresista”; esta vez se le dio todo y salió victorioso con amplio margen.

Antes de hablar del proceso electoral del pasado domingo, analizar los resultados y develar como quedan situadas las fuerzas políticas, haré un breve recuento de la carrera política de López Obrador, quien iniciaría su militancia en el actual partido de gobierno, Partido Revolucionario Institucional –PRI – en la década de 1970, y años más tarde en 1988, se uniría a la Corriente Democrática, -movimiento disidente del PRI-, quienes no compartían como se estaba haciendo la elección de los candidatos presidenciales en dichas toldas, así como las políticas económicas neoliberales que estaban siendo apoyadas por ese partido.

Después de renunciar al PRI, en 1989 ingresa al PRD (Partido de la Revolución Democrática), donde para 1996 era el Presidente Nacional de esta colectividad, más tarde, para el 2000 fue electo con este partido a la Jefatura del Gobierno del Distrito Federal, lo que en la democracia colombiana equivale a Alcalde Mayor de Bogotá; donde su gobierno obtuvo una buena calificación por buenas ejecutorias, en especial en asuntos como salud, seguridad y crecimiento económico.

Para el 2006, con el aval del PRD en coaliación “Por el Bien de Todos”, con el PT y el extinto Convergencia, presenta por primera vez su candidatura a la Presidencia, donde pierde con el 35,29% por un margen estrecho del 0,62% con el candidato del PAN (Partido de Acción Nacional), Felipe Calderón, representante de la derecha, quien obtuvo el 35,91%; luego para el 2012, vuelve a intentar llegar a la Residencia Oficial de Los Pinos, con la unión de un Frente Amplio Progresista, conformado por el PRD, el PT y el Movimiento Ciudadano, donde el triunfo del actual mandatario, Enrique Peña Nieto, con el 38,20% era previsible , pues era una cara fresca y que permitió al PRI regresar al poder, después haberlo perdido con el PAN, con los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. En esta elección en la que López Obrador obtuvó el 31,57% de los sufragios, le cobraron no haber reconocido la derrota de 2006, así como su radicalismo.

Para 2015, Andrés Manuel, decidió separarse del movimiento de fuerzas progresistas, y renunció al PRD, para liderar su propio movimiento conocido como “Morena”, el cual, inicialmente nació como asociación civil; dicha decisión, la tomó después de que los Congresistas de su expartido aprobaran el Pacto por México, que incluyó los aumentos de impuestos, el precio de la gasolina cada mes, así como la contención del salario mínimo, políticas que consideró atentaban contra la población más vulnerable.

Para las elecciones del pasado domingo AMLO, como se le conoce en México, logró desmarcase de los discursos radicales, y como candidato progresista, logró acercarse al centro y ganarse el sector empresarial, para obtener una votación histórica y hacerse con el 53% de los sufragios, que lo deja sin manto de duda, o asomo de fraude electoral como el nuevo Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, obteniendo también las mayorías en 31 de 32 Gobernaturas Federales y en el Congreso de la Unión. Dentro de sus banderas de campaña se encuentra la promesa de un gobierno nacionalista, donde se destaca la preocupación por la desigualdad y la pobreza, así como la importancia de una mayor intervención del Estado en la economía, con el fin de fortalecer el mercado interno; el gasto austero en lo que a la burocracia refiere y el ataque frontal a la corrupción, gran flagelo también del pueblo mexicano.

El enojo mezclado con esperanza, como lo ha denominado la BBC, cambió el mapa político de México en más de un 60%; el electorado del domingo le dio al PRI un castigo abrumador, que lo deja casi al borde de la extinción, no ganó en ningún Estado, y pasó de tener 156 Diputados Federales (lo que equivale a Representantes a la Cámara), a 13 de 500 posibles y de 38 a 13 Senadores de 128 posibles. Su candidato presidencial, José Antonio Meade, fue el menos votado en toda la historia de ese partido; apenas logró un apoyo del 22,26%, según el conteo final.

Colofón: A lo largo de la campaña se presentaron asesinatos a periodistas que denunciaban la corrupción y a lideres de derechos humanos; esto último, esta pasando en Colombia, como consecuencia de la implementación de los Acuerdos de Paz, no seamos indiferentes, rechacemos estos actos y participemos de la Velatón Nacional #NosEstánMatando, viernes 6 de julio a las 6:00p.m.

@ElianaGomez

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Redacción Minuto30

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