El 7 de agosto se posesionó Iván Duque como Presidente de Colombia por los próximos 4 años. Un momento que muchos esperábamos con ansias, otros no tanto. E indispensablemente de las diferencias, no hay razón para no tener esperanza en el futuro que le espera al país en manos de un hombre que se ha destacado por ser honesto, estudioso, trabajador incansable y coherente. Reconocimiento que no sólo le hacen quienes comparten sus ideas, también sus más grandes contradictores.

Su discurso de posesión reafirmó el mensaje que desde campaña venía dando a los ciudadanos; unión. Habló de la necesidad de mirar hacia el futuro y olvidar viejas prácticas de gobernanza como la constante mirada al espejo retrovisor. Una medida necesaria para las condiciones en las que recibe el país. Donde las prioridades deben ser reformas como la reforma a la justicia, al sistema pensional, a la salud entre otras. Y así lo dejó claro desde su primer día como mandatario de los colombianos.

Empieza la era Duque y me atrevo a afirmar que empezó con pie derecho. Cumplió con su promesa de tener el primer gabinete de gobierno paritario en la historia de Colombia. Duque cuenta con un gabinete que se destaca no sólo por la alta participación de las mujeres, es uno donde los conocimientos técnicos para cada cartera marcaron la pauta de los nombramientos (como tiene que ser). Rompió con décadas de nombramientos basados en criterios políticos y optó por personas capaces de hacerle frente a las necesidades más urgentes y los retos que se vienen para Colombia. Que vale resaltar no son menores.

Y siendo fiel a sus causas, le está dando oportunidades reales a jóvenes preparados para liderar el país del bicentenario. Un factor que considero indispensable para el desarrollo y progreso de Colombia, ésta es una generación de jóvenes muy preparada en comparación con otras. Que, además, tiene plenas convicciones en la necesidad de romper con prácticas que son causa de muchos problemas estructurales del país. Un gobierno joven que le está dando una bocanada de aire fresco a los colombianos.

Cumplió también su palabra respecto de los municipios que prometió visitar si resultaba elegido como presidente de los colombianos. Visitó San Andrés, Tibú y Tumaco en sólo 3 días de gobierno. Todas regiones golpeadas por la violencia, con necesidades urgentes que requieren de soluciones y más importante aún, de presencia estatal.

Colombia vuelve a tener un gobernante con los pies en el territorio, donde haciendo honor a la frase “el futuro es de todos” está involucrando a la población civil en el desarrollo de soluciones para los problemas más apremiantes de cada región. Ha vuelto la preponderancia del diálogo popular como mecanismo de gobernanza. Ya era hora.

La era Duque, es una donde todos tienen la importancia y atención merecida. Las fuerzas militares, las mujeres y su rol en la política, las regiones, los niños. Éste es un gobierno que se está preocupando desde el primer momento en fomentar la inclusión en todo sentido. Factores que nos harán sentirnos de una vez por todas miembros de un solo país, una nación donde cabemos todos en medio de nuestras diferencias.

@AleRamirezPov

Author Signature
Redacción Minuto30

Lo que leas hoy en Minuto30... Mañana será noticia.

  • Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio